Un androide es un robot cuya apariencia es similar a la de un ser humano. Los androides son máquinas autómatas que, por su configuración, están en condiciones de imitar ciertas acciones que realiza el hombre.
Los androides son muy populares en el terreno de la ciencia ficción. En la literatura y en el cine se ha imaginado con frecuencia la creación de androides muy avanzados, dotados de inteligencia artificial y capaces de superar al hombre en muchos aspectos. En la realidad, en cambio, las habilidades de los androides son más limitadas.
Ejemplos de androides
Si nos centramos en los libros, un ejemplo de androide es el personaje de R. Daneel Olivaw, ideado por Isaac Asimov. Este androide ayuda al detective Elijah Baley en la investigación de distintos crímenes. En la industria cinematográfica, uno de los androides más famosos es Terminator T-800, interpretado por Arnold Schwarzenegger.
Para la ciencia, copiar la apariencia física del ser humano es un gran desafío que, en ocasiones, carece de sentido, ya que las máquinas pueden realizar ciertas tareas humanas sin la necesidad de contar con una estructura física similar. Hay androides, sin embargo, que se volvieron conocidos por su grado de desarrollo, como ASIMO, creado por Honda en 2000. Este androide, además de pretender impulsar el estudio científico, puede asistir a los individuos con problemas de movilidad. De todas maneras, ni ASIMO ni ningún otro androide real han logrado alcanzar, hasta el momento, el funcionamiento de los androides de ficción, aunque los expertos continúan trabajando en la temática.
La historia de Terminator
El cine a menudo presenta los potenciales problemas de poblar la Tierra de androides inteligentes que convivan con los seres humanos. Retomando el caso de la serie de películas Terminator, cuando los procesadores alcanzan un nivel de inteligencia artificial y autonomía demasiado alto, logran hacerse con el poder del mundo y someten al ser humano a su voluntad, comenzando una era de terror de la cual parece no haber salida; por esta razón, el líder de la revolución contra las máquinas, John Connor, envía a un androide al pasado para evitar que la tecnología avance hasta ese punto.
Se trata de una trama muy particular, en la cual el ser humano usa la tecnología que ha conseguido dominarlo en su propia contra, ya que la considera la única arma capaz de destruirse a sí misma. Si bien en la época del lanzamiento de las primeras dos entregas de Terminator todavía no existía el teléfono móvil ni los televisores planos, en la actualidad vivimos entre dispositivos que se comunican entre sí, y esto incluye electrodomésticos tan «básicos» como los frigoríficos (heladeras); por esta razón, se trata de un caso peculiar entre las historias conocidas de ciencia ficción, ya que se vuelve más realista con el paso del tiempo.
Los androides de «Los sustitutos»
La película «Los sustitutos», dirigida por Jonathan Mostow y protagonizada por Bruce Willis y Radha Mitchell, presentó en 2009 una propuesta bastante diferente: narra la difícil realidad de una época futura en la cual los seres humanos ya no salen de sus casas, sino que controlan androides que los representan en el mundo exterior para realizar sus actividades cotidianas, ya sea ir al trabajo, hacer las compras o pasar tiempo con sus amigos.
El miedo al envejecimiento, indefectiblemente ligado a la muerte, es uno de los temas principales de esta historia en la cual la gente se avergüenza de mostrar su verdadero aspecto y prefiere permanecer inerte durante gran parte de su día mientras le obsequia su vida a un muñeco.
En cualquier caso, el problema principal del ser humano parece la falta de satisfacción con las herramientas que le ha dado la naturaleza: la creación de armas, medios de transporte y de robots, entre tantas otras herramientas que usa para potenciar sus habilidades, es una clara muestra de ello.