Anexo es un adjetivo que procede del vocablo latino annexus y que, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), se emplea como sinónimo de anejo. Aquello que es anexo se encuentra añadido o está vinculado a algo o alguien.
Por ejemplo: “Los consultorios funcionan en un edificio anexo al hospital”, “El contrato de alquiler cuenta con un anexo donde se detallan los motivos que pueden llevar al propietario a rescindir el convenio de manera unilateral”, “El club pretende adquirir un terreno anexo al estadio para construir un campo de entrenamiento”.
Lo anexo como dependencia
El concepto de anexo suele utilizarse con referencia a las dependencias que se hallan junto a un edificio. Es decir: un anexo es una construcción complementaria de la principal. La Cámara de Diputados de Argentina, por citar un caso, tiene un edificio anexo donde funcionan las oficinas de muchos funcionarios y donde también hay un auditorio. Una universidad, por su parte, puede tener como anexos edificios para que los estudiantes se instalen allí durante el ciclo lectivo.
La necesidad de construir un edificio anexo a otro es muy común en empresas de gran trayectoria, que se han centralizado en un inmueble durante décadas y ya no puede contener a todos sus empleados; si la dirección cree beneficioso mantenerlos a todos en la misma sucursal, entonces este tipo de ampliación resulta ideal.
En algunos casos, el edificio anexo puede tener el mero objetivo de expandir físicamente la capacidad del principal; sin embargo, como puede apreciarse en el caso de la Cámara de Diputados de Argentina, también puede servir para agregar nuevas clases de instalaciones, como ser un auditorio, de forma que también pueda llevar a cabo actividades que antes no eran posibles.
Comentarios complementarios o secundarios
Los anexos también son los comentarios o las anotaciones que complementan un documento. Supongamos que un sociólogo presenta una investigación sobre la violencia en una determinada ciudad. Este investigador desarrolla su trabajo a lo largo de treinta páginas. Luego, como anexo, agrega otras cinco páginas donde detalla tres situaciones particulares. El anexo, en este caso, sirve para ejemplificar o completar su desarrollo teórico y sus conclusiones.
En ciertos contextos, se califica como anexo a lo que resulta secundario o accesorio: “Eso es algo anexo: ahora nos tenemos que centrar en cómo resolver este problema”.
Otros usos del término anexo
Existe una delgada línea en la definición del término anexo que lo acerca de modo incorrecto al concepto de innecesario. Si nos centramos en las acepciones del diccionario de la RAE una vez más, no encontramos este matiz en ninguna de ellas; además de las expresadas en los párrafos anteriores, hallamos «concerniente, inherente o propio», así como «tejidos y órganos que se encuentran en torno al útero: el peritoneo, los ovarios y las trompas».
Y es en los ámbitos de la medicina y la biología que podemos encontrar razones para evitar el tono despectivo que suele recibir el término anexo en el habla cotidiana: así como el útero necesita de los órganos y tejidos recién mencionados para funcionar de manera adecuada y sana, también la investigación acerca de la violencia (presente en un ejemplo anterior) sólo puede considerarse completa si se toma en cuenta el anexo.
Continuando con el uso que esta palabra tiene en la ciencia, sabemos que el páncreas y el hígado se consideran glándulas anexas al aparato digestivo, y que parte de sus funciones consiste en colaborar con la absorción y la digestión de los alimentos. ¿Podríamos vivir sin alguno de estos dos órganos? La respuesta es un no rotundo, ya que se trata de dos componentes indispensables de nuestro cuerpo, y los protagonistas de algunas de las enfermedades más graves que puede padecer nuestra especie.