Escultura del dios Apolo, cuyas virtudes destaca el adjetivo «apolíneo»
Se califica como apolíneo a aquello que está vinculado a Apolo, uno de los dioses más relevantes de la mitología griega. El término deriva del vocablo latino Apollineus.
TemasVirtudes de Apolo
El adjetivo apolíneo, de este modo, se usa para aludir a quien tiene las principales virtudes que se le atribuyen a Apolo, como el equilibrio y la serenidad. Es habitual que el concepto se utilice en oposición a dionisíaco (impetuoso, impulsivo).
Se plantea una dicotomía, por lo tanto, entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Esta dualidad, desarrollada en el terreno de la filosofía, surgió a partir de “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”, un libro escrito por el pensador alemán Friedrich Nietzsche.
En la obra de Nietzsche, Apolo (y lo apolíneo) simboliza lo racional y lo elevado, mientras que Dioniso (lo dionisíaco) representa la sensualidad y lo terrenal. Así hay un antagonismo entre lo apolíneo y lo dionisíaco, aunque ambas ideas se consideran indispensables en el desarrollo de cualquier drama. De hecho, fue el propio Nietzsche quien propuso esta dicotomía que pasaría a formar parte de un sin fin de obras de la filosofía y la literatura.
Perfección de las formas
Lo apolíneo, por otra parte, se asocia a la perfección de las formas. Por eso un hombre apolíneo se destaca por la belleza de su cuerpo, al igual que Apolo en sus esculturas y representaciones.
Apolo
Es importante mencionar que Apolo, hijo de Leto y Zeus y hermano de Artemisa, es uno de los dioses del Olimpo más importantes de la mitología de la antigua Grecia. Por esta razón diversos templos fueron construidos en su honor. Sus funciones y atributos eran numerosos, y es posible que tan sólo Zeus lo supere en influencia y veneración. Se dice que solamente sus padres podían contener su poder, y que el resto de los dioses le temían.
Se trata del jefe de las musas, y del patrono del Oráculo de Delfos. También se considera el dios de las diversas artes y de la arquería, un protector siempre atento desde el cielo para proteger o atacar. A partir de su mito, la noción de apolíneo remite a la verdad, la armonía, la poesía, la claridad y lo bello, por ejemplo. Las plagas, la muerte súbita y las enfermedades, así como la protección contra el mal y la curación son otros de los poderes que caracterizan su deidad.
Restos de uno de los muchos templos en honor a Apolo
Su mito tiene un origen poco definido. Sin embargo, se sabe que en el siglo VIII a. C. ya gozaba de una relevancia considerable, ya que en la Ilíada se encuentra entre los dioses más mencionados. Más adelante, los romanos lo incluyeron en su mitología: en el siglo V a. C. erigieron el primero de los templos dedicados a él. Los himnos que le dedicaban se conocen con el nombre de peanes, el cual deriva del de su nieto, Peán, hijo del dios de la medicina y la curación, Asclepio.
Sus musas fueron algunas de sus parejas amorosas, de las cuales tuvo un gran número. Esto, sumado a su debilidad por el sexo opuesto lo llevó a engendrar cerca de veinte hijos. También tuvo romances con hombres, como ser Jacinto y Cipariso. De acuerdo con la mayoría de las imágenes de Apolo, se lo suele representar como alguien joven, sin barba, y por lo general sin ropa. También puede tener un arco y un aljaba, o bien una lira que creó para él su hermano Hermes. Asimismo, pueden acompañarlo los animales que lo simbolizan, como ser el cuervo, el grifo (animal mitológico que combina elementos del águila y del león) y la serpiente.
