Una apuesta consiste en arriesgar dinero confiando en que algo tendrá un cierto resultado o se desarrollará de una cierta forma.
Apuesta es la acción y efecto de apostar. Este verbo, que procede del latín apponere («colocar»), refiere a arriesgar dinero en la creencia de que algo tendrá un determinado resultado o se producirá de una cierta manera. Si la persona que realiza la apuesta acierta en su predicción, gana el dinero; de lo contrario, lo pierde.
Se conoce como apuesta, por otra parte, al dinero que arriesga una persona en el marco de un juego de azar o de naipes, como la ruleta o el póquer.
Por ejemplo: «Gané la apuesta: dije que la selección vencería a su rival por más de dos goles, lo que finalmente sucedió», «Mañana pasaré por tu casa para cobrar la apuesta», «La cena la pagaré con el dinero de la apuesta».
TemasEjemplo de apuesta
Tomemos el caso de dos amigos que están viendo un partido de tenis por televisión. Uno de ellos dice que ganará el jugador X, mientras que el otro sostiene que el ganador será el jugador Y. Los amigos, por lo tanto, se deciden a hacer una apuesta: quien acierte el ganador del partido, se llevará veinte pesos (es decir, el que no acierte deberá pagar al otro esos veinte pesos).
Cabe destacar que la apuesta no necesariamente tiene que implicar dinero. En el ejemplo anterior, los amigos pueden apostar que el perdedor deba salir a la calle vestido con ropa de mujer.
Los riesgos
Una apuesta puede generar grandes pérdidas, tanto a quien la realiza como a la empresa que la recibe y promete el pago en caso de acierto. Con respecto a la primera posibilidad, existe una infinidad de casos de personas que han apostado sus casas, sus coches y otras pertenencias de un gran valor económico y que lo han perdido todo en tan sólo una noche en el casino; sobra decir que un individuo en su sano juicio no puede llegar al punto de arriesgar todos sus bienes materiales en un juego de azar.
Por otro lado, muchas casas de apuestas y casinos han declarado pérdidas millonarias a lo largo de la historia, tanto por fallos técnicos de algunas de sus máquinas como por sucesos absolutamente inverosímiles, generalmente en el ámbito del deporte, que convierten en ganadores a aquéllos que se atrevieron a realizar una apuesta aparentemente absurda y sin futuro.
En los casinos pueden realizarse distintos tipos de apuestas.
La apuesta como confianza
Una apuesta, en otro contexto, puede ser la confianza que se deposita en una persona o en una iniciativa, sin tener certezas sobre su desempeño o su desarrollo: «Este jugador es una apuesta personal del presidente, ya que el entrenador no estaba de acuerdo con su contratación», «Abrir la panadería fue una apuesta que me salió muy bien».
Existen numerosos casos de personas que han alcanzado la fama luego de que alguien depositara su confianza en ellos, a pesar de no contar con el apoyo o la aprobación de su entorno. En el ámbito de los concursos de música, por ejemplo, más de una vez se han visto historias de jueces que apadrinaban a alguno de los participantes que no alcanzaban el primer puesto, o incluso que ni siquiera llegaban a la última etapa de la competencia, por considerar que poseían un talento difícil de comprender para el resto.
La apuesta, desde este punto de vista, puede o no acarrear una pérdida de dinero, o bien una ganancia como consecuencia del acierto, pero no siempre se lleva a cabo por intereses económicos; si bien ambos casos pueden resultar satisfactorios para quien recibe la confianza y la oportunidad de cumplir sus sueños, es siempre más bella una historia en la cual esa ayuda se brinda de forma absolutamente altruista, como un gesto que busca hacer justicia ante la falta de suerte de la persona apadrinada.
