Aristóteles es uno de los máximos exponentes de la filosofía. Con sus ideas, el también científico y polímata de origen griego influyó considerablemente en la cultura occidental.
Para este hombre que se interesó por una enorme variedad de disciplinas, el conocimiento (al cual segmenta en tres niveles o áreas) va construyéndose mediante la experiencia. A raíz de sus valiosos aportes, su figura se ha reconocido con el correr del tiempo como esencial para el desarrollo y la evolución de la biología, el método científico, la teoría política, la lógica y la retórica, por ejemplo.
Las contribuciones de Aristóteles a la física y a la astronomía, asimismo, dieron lugar al nacimiento de la física aristotélica, así como sus reflexiones en torno al género femenino cimentaron en conjunto una visión aristotélica de la mujer que trascendió épocas y fronteras.
Vivencias de Aristóteles
De acuerdo a documentación vinculada a las vivencias de Aristóteles, este pensador de la Antigua Grecia llegó al mundo aproximadamente en el año 384 a. C. y encontró la muerte en el 322 a. C.
Fue hijo de Festis y de un médico llamado Nicómaco. Lamentablemente, quedó huérfano a temprana edad. Ante esta situación, Proxeno de Atarneo, desempeñando el rol de tutor, se hizo cargo de educarlo y de enviarlo, tiempo más tarde, a Atenas con la intención de que el todavía joven Aristóteles pudiera formarse en la Academia de Platón, donde estuvo dos décadas.
Al fallecer Platón, Aristóteles se marchó de Atenas y se instaló por algunas temporadas primero en Atarneo y luego en Aso, siendo el protegido de quien fuera su compañero y amigo Hermias de Atarneo. Después vivió en Mitilene, ciudad en la cual, junto a su colega Teofrasto, llevó adelante investigaciones sobre biología marina y zoología.
En relación a su vida amorosa se pudo establecer que contrajo matrimonio con Pitias de Aso y fruto de ese amor nació una niña apodada como Pitias la Joven. Ya viudo, mantuvo una relación sentimental con Herpilis y tuvo a su segundo heredero, bautizado como Nicómaco.
A pedido del rey Filipo II de Macedonia, hacia el año 343 a. C. Aristóteles se trasladó a la zona de Pella a fin de trabajar como tutor del por entonces preadolescente Alejandro Magno. En ese contexto le proporcionó lecciones, incluso, a Casandro y a Ptolomeo.
De regreso en Atenas, Aristóteles abrió su propia institución educativa, el liceo. Gran cantidad de las clases que se ofrecían en dicha entidad eran gratuitas y públicas.
Finalmente, este pensador se afincó en Calcis, donde murió como consecuencia de una patología que afectó a su sistema digestivo.
Obras
Aquellos que se han dedicado a estudiar la vida y las contribuciones de Aristóteles llegaron a la conclusión de que redactó alrededor de doscientos textos, aunque unas escasas decenas consiguieron ser conservadas y almacenadas en el “Corpus Aristotelicum”.
Apenas unos fragmentos pudieron rescatarse en formato de poesías o diálogos de las consideradas obras perdidas. Sucedió esto, por ejemplo, con pasajes recuperados de un material identificado como “Exhortaciones” o “Protréptico”. Sí, en cambio, han podido analizarse y apreciarse contenidos de “Metafísica” y “Organon”. En esta última publicación figuran «Analítica Priora» – o «Primeros analíticos» -, «Analítica Posteriora» (o «Segundos analíticos») y un tratado sobre dialéctica que recibe el nombre de «Tópicos».
Por fortuna, tampoco han quedado en el olvido ni extraviadas obras como “Ética nicomaquea”, “Ética a Eudemo”, “Poética”, “Categorías” o “Magna moralia”. A la hora de apreciar el legado de Aristóteles, de igual modo, es enriquecedor saber que nutriendo a la obra aristotélica hay tratados como “Meteorología” y “De anima (Sobre el alma)”, por sumar referencias.
Legado de Aristóteles
El legado aristotélico abarca, tal como señalamos líneas arriba, textos centrados en diversas temáticas y disciplinas. Su producción comprende materiales sobre literatura, estética e historia, así como también trabajos inspirados en la técnica, la ética y la política.
No se puede dejar de resaltar que Aristóteles elaboró escritos focalizados en la metafísica y firmó tratados de física y de lógica.
Compartió, a su vez, aportes y visiones en cuanto a teorías pensamientos filosóficos de varios colegas suyos, llegando en este contexto a formular una crítica a Platón respecto a la teoría de las ideas (o de las formas) defendida por quien fuera su guía o maestro.
Repasando la huella dejada por Aristóteles ganan relevancia, además de los dichos y las herramientas detallados en los párrafos anteriores, la teoría del alma así como la teoría de las cuatro causas que él motorizó. En este punto es oportuno recordar que este filósofo abordó los conceptos de acto y potencia a la hora de definir y explicar, en términos de fisiología, ética, movimiento y causalidad, lo dinámico junto a la posibilidad o capacidad de ser. Se le debe a Aristóteles, además, la teoría del hilemorfismo, enunciado que indica que la forma y la materia son principios básicos de la sustancia.