La etimología de hilemorfismo nos lleva a dos vocablos de la lengua griega: hýlē (que puede traducirse como «materia») y morphḗ (referente a la «forma»). El concepto alude a una teoría desarrollada por Aristóteles, quien sostenía que el cuerpo está compuesto por la forma y la materia.
Para este filósofo de la Antigua Grecia, forma y materia son los principios esenciales de todo cuerpo. Los objetos materiales siempre tienen forma, mientras que la forma cuenta con la materia como sustrato. El hilemorfismo se basa en que no hay forma sin materia ni materia sin forma.
El hilemorfismo, propuesto por Aristóteles, señalaba que el cuerpo se compone de la materia y la forma.
TemasQué es el hilemorfismo
Puede decirse que el hilemorfismo es una explicación ofrecida desde la filosofía acerca de la constitución de los cuerpos. Es importante tener en cuenta que el concepto trasciende lo meramente físico.
El hilemorfismo asegura que las sustancias corpóreas se rigen por principios particulares. No están formadas por otras sustancias completas, ni espirituales ni materiales. Al desarrollar esta teoría, Aristóteles se propuso ahondar en el vínculo entre el cuerpo y el alma.
Según Tomás de Aquino
También conocido como Santo Tomás de Aquino, fue un filósofo y teólogo católico que dejó un importante legado a nivel intelectual. En el caso específico del hilemorfismo, su postura se basaba en que el alma de un objeto era su única forma sustancial, si bien éste también tiene varias formas accidentales que sirven para explicar sus rasgos no esenciales. Según su teoría, entendemos por forma sustancial aquello que determina la constitución de un objeto según su materia.
Si hablamos de un ser humano, la tendencia general apunta a que su forma sustancial es su raciocinio, es decir, su capacidad de utilizar la razón para entender su entorno y emitir juicios. Todos los otros rasgos de nuestra especie, de acuerdo con Aquino, son formas accidentales. A pesar de ello, es necesario señalar que no creía que la persona en sí misma y su alma fueran idénticas. Con respecto al raciocinio, Aquino estaba seguro de que era una propiedad del alma, aunque también adjudicaba al cerebro ciertas funciones cognitivas fundamentales.
Por otra parte, afirmó que es necesaria la combinación de forma y materia prima para tener un ser humano apropiado, ya que si se toman estas partes de manera individual no es posible advertir todos los atributos de nuestra especie juntos. Para dar un ejemplo, esta teoría considera que un cadáver no es una persona.
La profesora universitaria de filosofía Eleonore Stump, nacida en Estados Unidos en 1947, se apoya en el concepto de «configuración» para describir la teoría de Aquino: el alma cumple la función de «configurador» mientras que el cuerpo está configurado, es materia ha que sido estructurada. Claro que el alma también tiene una configuración. Basándonos en este nuevo punto de vista, podemos afirmar que un cadáver es materia que, en el pasado, recibió una configuración por parte de su respectiva alma.
Hay expertos que sostienen que el hilemorfismo es una respuesta a postulados de Platón.
Una respuesta al platonismo
Hay quienes entienden el hilemorfismo como una respuesta al platonismo. La doctrina de Platón no postulaba la existencia de una unidad entre forma y materia, sino que afirmaba que la materialidad no es más que una copia del mundo de las ideas y que el alma existe independientemente del cuerpo y de manera eterna.
Por el contrario, el hilemorfismo proponía que la totalidad de los seres tienen forma y materia. De este modo no hay separación entre alma y cuerpo, ya que son una unidad. El ser, en definitiva, se constituye de lo formal y lo material.
