La etimología de arrope nos lleva a arrúbb, un vocablo del árabe hispánico. Este término, a su vez, procede del árabe clásico rubb.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce varias acepciones del concepto, todas vinculadas a productos alimenticios. Según la zona y el contexto, el arrope puede ser un dulce, un mosto cocido, un dulce, un almíbar o un jarabe.
El arrope como dulce
En regiones de Argentina, Chile y Ecuador, el arrope es un dulce tradicional que se hace hirviendo durante un tiempo prolongado la pulpa de ciertas frutas. Su consistencia y sus usos lo asemejan a un jarabe, una salsa o una jalea, consumiéndose generalmente como postre en compañía de otros alimentos.
Estos arropes se suelen preparar con el fruto de la tuna (nopal), la algarroba o el chañar. Es habitual combinarlo con quesillo, un tipo de queso que se elabora con leche de cabra, vaca u oveja.
Es interesante señalar que el arrope no lleva azúcar y puede conservarse fácilmente durante varios meses. Por otro lado, se le atribuyen propiedades medicinales: por eso se suele recomendar su consumo para el tratamiento de problemas respiratorios. De todos modos, antes de ingerir cualquier producto destinado a incidir sobre la salud, lo recomendable es consultar con un médico.
Mosto deshidratado
Se llama arrope, por otra parte, al mosto que se cuece hasta que se deshidrata y se espesa. El mosto, en tanto, es el jugo (zumo) que se obtiene al exprimir uvas; dicho jugo, si se lo hace fermentar, se convierte en vino.
Para hacer el arrope, el mosto es sometido a una cocción que se lleva a cabo a fuego lento. Este proceso permite que los azúcares se caramelicen.
En algunas regiones, se añaden frutas, hierbas o frutos secos durante la cocción. Así, el arrope puede incluir membrillo, calabaza o melón, por mencionar algunas posibilidades. No se agregan, en cambio, conservantes ni colorantes de ningún tipo.
Gracias a sus azúcares, el arrope puede conservarse unos tres meses a temperatura ambiente. Cuando se lo refrigera, la conservación puede extenderse hasta un año.
Los usos más frecuentes del arrope se vinculan a endulzar o condimentar galletas, carnes y ensaladas. También sirve para acompañar helados.
Arrope, conjugación de arropar
El verbo arropar hace alusión a abrigar o cubrir. Si se arropa a alguien, por lo tanto, se lo envuelve o cobija con una manta o con algún tipo de ropa.
Arrope, en este marco, es la conjugación de este verbo en la primera, la segunda y la tercera persona del singular del tiempo presente en el modo subjuntivo y la segunda persona del singular del modo imperativo. Con tilde en la É (arropé), en tanto, corresponde a la conjugación de la primera persona del singular del pretérito perfecto simple en el modo indicativo.
“Usted arrope al niño mientras yo le preparo una leche caliente”, “Cuando Pedro arrope a alguien que lo necesite, comprenderá la importancia de la solidaridad” y “Ya cambié, acosté y arropé al bebé, así que puedo ir a ver un rato de televisión” son expresiones que incluyen esta acción.