Se denomina atracón a la actividad o la acción que se desarrolla en abundancia, de manera exagerada o desproporcionadamente. El concepto se vincula al verbo atracar, que puede aludir a ingerir alimentos y bebidas por demás.
Por ejemplo: “Ayer me di un atracón de hamburguesas y hoy me duele la panza”, “Después del atracón navideño, voy a cuidarme con las comidas”, “Los amantes del rugby podrán disfrutar un atracón de partidos en los próximos días ya que todos los partidos del torneo serán televisados en vivo y en directo”.
La idea de atracón suele asociarse a una comilona. Si una persona come una pizza entera, tres hamburguesas y un kilogramo de helado de chocolate en una misma cena, se habrá dado un atracón. En cambio, si ingiere solo una porción de pizza, una hamburguesa y dos cucharadas de helado, su cena será mucho más acotada.
Los atracones tienen consecuencias físicas. Quien come en exceso puede padecer problemas estomacales, vómitos y otros inconvenientes. Además, si se reiteran con frecuencia, los atracones generan sobrepeso u obesidad.
En relación a lo que es la alimentación, tenemos que subrayar la existencia del término trastorno por atracón. Viene a ser un trastorno de la conducta alimentaria que provoca que una persona, de forma periódica, proceda a comer de manera absolutamente descontrolada llegando a ser capaz de ingerir en un solo día hasta 6.000 calorías.
Aumento de peso hasta llegar a una contundente obesidad es una de las principales consecuencias de este trastorno que se ha convertido en el más frecuente a nivel alimenticio de todo Estados Unidos.
Se considera que puede tener como causa algún factor genético que predisponga al mismo, aunque suele ser frecuente en personas que cuentan con alguna circunstancia emocional, mental o incluso psiquiátrica.
A finales de la década de los años 50, concretamente en el año 1959, fue cuando comenzó a hablarse del citado trastorno por atracón. El psiquiatra Albert Stunkard fue el que empezó a desarrollar el mismo, a investigarlo, que se caracteriza por una serie notable de síntomas, tales como estos:
-La persona come, sobre todo, de esa forma cuando está triste, cuando tiene estrés o cuando se encuentra aburrido.
-Quien lo sufre tiene una incapacidad absoluta de control frente a los alimentos.
-La persona es capaz de comer alimentos sin parar hasta que siente náuseas o se encuentra con síntomas de indigestión.
-Hay que establecer que, además, el individuo con este trastorno se siente realmente mal, a nivel emocional, después de haber ingerido toda esa comida. Sobre todo, se siente culpable.
Cuando existe una gran variedad de ofertas o alternativas de una misma clase, también puede hablarse de atracón. Los cinéfilos, en este marco, pueden darse un atracón de películas en un festival donde se proyectan cuatro filmes al día. De manera similar, puede decirse que un equipo de fútbol que gana un partido ocho a cero se dio un atracón de goles.
