rcar hacia sí. Se califica como atractivo, por lo tanto, a lo que tiene poder de atracción.
Por ejemplo: “La pareja de mi hermano es un muchacho muy atractivo que trabaja en la industria farmacéutica”, “La playa es el principal atractivo turístico de esta ciudad”, “Estar todo el día encerrado en una habitación no me resulta atractivo”.
El atractivo físico de una persona se vincula a las características que hacen que resulte bella de acuerdo a los criterios convencionales de la estética. Si bien la belleza es subjetiva, hay ciertos juicios al respecto que suelen compartirse a nivel social.
Claro que todo es más complejo de lo que podemos apreciar a simple vista desde nuestra zona geográfica: en un país donde predomina la tez clara, es probable que los individuos considerados atractivos por la mayoría e la gente sean muy distintos de los modelos de belleza de uno donde la tez oscura sea la mayoritaria. Por otro lado, el paso del tiempo lo cambia todo, y por eso las tendencias siempre deben estudiarse vinculadas a una época, a un contexto histórico, político y social.
Como si esto fuera poco, el atractivo de un ser vivo no está relacionado exclusivamente con su aspecto físico; de hecho, hay quienes ignoran por completo los atributos de la estética y se enfocan únicamente en la forma de ser, de exprearse, de moverse, de sentir. Todos los animales contamos con un mundo interior, con un plano emocional que nos permite distinguirnos de los demás por el modo en el que nos relacionamos con nuestro entorno, más allá de lo que pueda captar un espejo.
Las parejas que se forman basadas única o especialmente en la apariencia física del otro suelen estar destinadas al fracaso, ya que tarde o temprano la vejez o la enfermedad deterioran el cuerpo y entonces se evidencia más que nunca que no existen razones profundas que justifiquen la unión. Los medios de comunicación y la ficción son en gran parte responsables de la aparente relación que hay entre el amor y la atracción física, algo que no podría estar más alejado de la realidad.
Del mismo modo, el mundo sigue limitando el concepto de atractivo a la belleza material, y por eso se empobrece la cultura. Si pasamos tanto tiempo moldeando nuestros cuerpos en lugar de enriquecer nuestras almas con arte y ciencia, nunca alcanzaremos la felicidad plena. El tiempo destruye todo menos el conocimiento y las experiencias, y estas cosas representan el verdadero atractivo de un ser vivo, el cual se mantiene intacto hasta el último día de su vida, e incluso trasciende su muerte.
Un lugar o un objeto también pueden ser considerados atractivos si, por sus propiedades, resultan agradables o interesantes. En este caso, el concepto también trasciende lo estético o lo visual. Un pueblo puede resultar atractivo por su oferta gastronómica, su historia o sus propuestas de ocio., aunque también por las características de sus construcciones arquitectónicas. Un teléfono móvil (celular), a su vez, será atractivo si cuenta con muchas prestaciones (cámara fotográfica de alta resolución, conectividad a Internet, etc.), pero el mercado también exige que tenga un aspecto moderno y un acabado impactante.
Incluso una situación, un acontecimiento o una propuesta pueden ser atractivos cuando despiertan interés o motivan. Un proyecto productivo, en este marco, es atractivo para un inversor cuando lo encuentra viable y potencialmente rentable. Lo mismo puede decir un amante de la música respecto a un festival que anuncia la participación de cuatro grandes bandas de rock.
