Autismo es un concepto referido a una serie de trastornos que afectan las habilidades comunicativas, la sociabilización y la empatía de la persona. Los autistas tienen una personalidad replegada sobre sí misma de manera patológica.
Los pacientes que sufren de este síndrome cuentan con una serie de señas de identidad que determinan dicho padecimiento. En este sentido, destacaría, por ejemplo, que cuentan con un coeficiente intelectual generalmente por debajo de lo normal, que poseen un lenguaje y una gramática limitados o que muestran total desinterés por las relaciones sociales.
De acuerdo a la especialidad médica en cuestión, se tomará al autismo como la referencia excesiva de la propia persona por sobre lo que ocurre en el contexto o como la imposibilidad congénita para entablar una comunicación o desarrollar un vínculo afectivo con el prójimo.
Consecuencias del autismo
Los trastornos autistas, por lo tanto, afectan las interrelaciones y propician conductas repetitivas en quienes los padecen, ya que necesitan conservar un entorno fijo y estable. Por lo general el autismo se manifiesta en los primeros años de vida y se mantiene durante toda la existencia ya que no existe una cura, aunque sí se pueden reducir las conductas anómalas y mejorar la interactividad social.
Las estadísticas señalan que el autismo afecta a entre dos y diez personas por cada 10.000 habitantes, con mayor aparición en los hombres que en las mujeres. Sus causan suelen ser desconocidas, aunque algunos expertos atribuyen el desarrollo del trastorno a una combinación entre la genética y ciertos factores del ambiente.
Las manifestaciones más leves del autismo, como el síndrome de Asperger, pueden pasar casi inadvertidas y ser confundidas con una personalidad excéntrica o un exceso de timidez. Los casos más severos, en cambio, incluyen la imposibilidad de expresarse mediante el habla y un comportamiento que no sólo es repetitivo al extremo, sino que también produce daños al propio paciente y genera agresiones a terceros.
El trastorno en el cine
En la gran pantalla se ha proyectado a través de diversas películas el síndrome que nos ocupa, dando a conocer así a la sociedad las dificultades a las que se enfrentan quienes lo padecen así como sus familiares. Y, por supuesto, también las características que definen a los autistas.
Este sería el caso del film titulado «Rain Man«, del año 1988 y que está dirigida por Barry Levinson. Tom Cruise y Dustin Hoffman son los protagonistas del mismo en el que se narra como Charlie Babbit, el primero de los intérpretes, al morir su padre descubre que tiene un hermano mayor (Raymond) que sufre de autismo.
Hoffman consiguió un Oscar por su magistral interpretación de dicho personaje que estaba basado en la figura de Kim Peek, un norteamericano que sorprendió a todo el mundo por sus magníficas habilidades y capacidades intelectuales que chocaban curiosamente con su absoluta incapacidad para realizar tareas cotidianas.
A esta citada película habría que añadir otros títulos cinematográficos que también dan a conocer de manera exacta y profunda el autismo. Este sería el caso de «Al rojo vivo» (1998), «Miracle Run» (2008), «El Cubo» (1997), «Son-Rise» (1979) o «Más allá de la realidad» (1986).