Binocular hace referencia a aquello que demanda la atención de los dos ojos al mismo tiempo. Al analizar el término, uno descubre que se trata de una palabra compuesta que resulta de la unión de dos vocablos latinos: binus (traducido al español como “doble”) y ocularis (interpretado como “ocular”).
El término se destina a la identificación del elemento óptico que permite mirar u observar de forma simultánea con ambos ojos. Los binoculares también se conocen como prismáticos o largavistas y su función es incrementar la imagen de objetos no tan próximos que se pueden divisar por medio del dispositivo.
Los binoculares y otros instrumentos ópticos
El telescopio y el monocular son otros instrumentos ópticos que agrandan las imágenes. La principal diferencia con los binoculares es que éstos generan el efecto de estereoscopía (es decir, recrean la ilusión de profundidad de la imagen). La estereoscopia es lograda gracias a que cada uno de los dos tubos del binocular contiene diversos lentes y un prisma, que permite ampliar la imagen para cada ojo en particular.
La luz atraviesa la serie de lentes hasta que llega a los prismas, que se encargan de colocar la imagen en su posición correcta a través del principio de reflexión interna total. Esto también diferencia a los binoculares de los telescopios, que muestran la imagen invertida.
Distintos tipos
Cabe resaltar que existen múltiples modelos y tipos de binoculares. La mayoría de ellos ofrece la posibilidad de que el usuario ajuste la separación entre los oculares para lograr una mayor comodidad. Los binoculares también suelen contar con un anillo de corrección dióptrica (instalado en el ocular derecho para mejorar el enfoque) e incluyen ruedas de enfoque.
El nivel de ampliación de las imágenes y el diámetro del objetivo se mide en milímetros y se expresa con un par de dígitos que resultan separados por una X. Los binoculares de 14×60, por ejemplo, ofrecen un nivel de ampliación de 14 aumentos y un par de objetivos de 60 milímetros de diámetro.
Consejos para escoger los binoculares ideales
Para saber cuál es el aumento que tiene un binocular basta con prestar atención a la primera cifra que figura en su medida; si se tiene un dispositivo de 10×50, significa que puede ampliar o reducir el tamaño del objeto hasta 10 veces. Es decir que si con el mismo vamos a observar la Luna, que se encuentra a una distancia de 384.000 Km., la veremos como si nos encontráramos a una diferencia de 38.400 Km.
En lo que respecta al campo visual, este dato indica el tamaño angular permitido por el artilugio. Si se tiene un campo visual de 7º podrán observarse objetos que puedan encontrarse dentro de un diámetro de 7º. Cabe mencionar que algunos modelos hacen referencia al campo visual en pies o metros; es decir, en línea recta. Ambos valores son importantes y por eso es bueno saber a cuánto de uno equivale un valor del otro. Por ejemplo, si el binocular tiene un campo visual de 373 pies, su equivalente en grados es 7.1º. El mismo se calcula a través de la siguiente fórmula: C (campo visual en grados) [º] = Arctg (L (campo visual lineal) / 914m (constante de campo lineal).
Otros aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de escoger los binoculares ideales son:
- La apertura: indica la cantidad de luz que entra; cuanto mayor sea éste más detalle podrá conseguirse en la visibilidad.
- La ampliación: indica el nivel de acercamiento o alejamiento que puede conseguirse; cuanto mayor sea este valor, menor será el campo de visibilidad. Este detalle debe considerarse teniendo en cuenta la apertura; es necesario encontrar un equilibrio entre ambos valores.
- Pupila de salida: hace referencia al diámetro del haz de luz que despide cada ocular y se encuentra medido en milímetros. Es sumamente importante tenerla en cuenta, sobre todo para binoculares que vayan a ser utilizados en observación nocturna.
- Ajustes del ojo y el foco: aquellos dispositivos que son más maleables y que permiten personalizar el enfoque y el ojo observador, son los más recomendables, por su cualidad de versátiles; sin embargo, es conveniente siempre tener en claro la utilidad que se le dará al binocular para saber por cuál dispositivo decantarse.