La técnica del brocado, con sus inconfundibles ornamentos en tela, es muy antigua
El concepto de brocado puede hacer referencia a distintos tipos de telas o tejidos. El término proviene del vocablo italiano broccato, que deriva de brocco (traducible como «rama seca» o «espina»).
TemasTejido de lujo
Se llama brocado a un tejido de seda que se compone de diferentes tramas y que permite confeccionar prendas de lujo. Es habitual que las tramas que se superponen a la trama base estén tejidas con hilo de plata u oro.
Un brocado, por lo tanto, es una tela de seda que está entretejida con plata u oro. Estos hilos de metal se emplean para la confección de diversos dibujos y figuras.
Historia del brocado
Los orígenes de los brocados se encuentran en el territorio chino. Desde el gigante asiático se expandieron hacia Bizancio y Persia, llegando finalmente al continente europeo a través de Italia.
Por lo complejo que resultaba su preparación, el brocado solía ser utilizado exclusivamente por los clérigos, los nobles y los miembros de la realeza. En el siglo XVII, a partir de una simplificación de los tejidos y de su abaratamiento, los brocados se extendieron a otras clases sociales y grupos.
Este proceso se extendió hasta el siglo siguiente, aunque fue recién con la llegada del telar de Jacquard que tuvo lugar un cambio significativo. Su creador, Joseph Marie Jacquard, lo presentó en el año 1801. Su mecanismo se basaba en el uso de tarjetas perforadas para plasmar los patrones en la tela. Una de sus ventajas era la facilidad de uso, ya que no era necesaria ninguna habilidad artística. Como dato curioso, todos los antecedentes de este telar también fueron franceses.
Aplicaciones actuales
Actualmente se fabrican manteles, cortinas, trajes litúrgicos y saris con brocados. A un tipo de imitación del brocado se la conoce como brocatel: se asemeja al brocado con su bordado de realce, aunque apela a fibras más económicas (como el algodón y el lino).
Otros usos de brocado que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario refieren a un tejido fuerte de seda que presenta dibujos de un color diferente que el fondo y a un guadamecí (un cuero ornamentado con relieves o dibujos) plateado o dorado.
Brocado aplicado
Se conoce como brocado aplicado a una técnica ornamental que proviene del Renacimiento flamenco y que fue usada entre mediados de los siglos XV y XVI. Consiste en emular la apariencia de los tejidos para la decoración de tallas o tablas de piedra o madera. Un claro ejemplo de esta técnica lo podemos encontrar en la iglesia de Santa María de Galdácano, en País Vasco, en particular en los detalles de la vestimenta de la Virgen María.
Para conseguir este efecto se deben colocar láminas del material llamado pan de oro sobre unas de estaño, haciendo uso de plantillas rellenas de cera y grabadas en soportes rígidos. Luego se llevan a cabo las ornamentaciones con laca o pintura. En Navarra también se encuentran varios trabajos de brocado aplicado.
Los templos religiosos adquieren un mayor misticismo gracias al brocado en oro
Pan de oro
Como se menciona en el párrafo anterior, el pan de oro es un elemento fundamental para la elaboración del brocado aplicado. Se trata de una lámina de oro de escaso grosor que se fabrica de manera artesanal, usando en proceso que se denomina batido.
A lo largo de la historia, el pan de oro ha sido usado en combinación con la técnica del brocado para decorar múltiples obras de arte fabricadas en diferentes materiales. Si bien en la actualidad el dorado no se considera una buena opción para elevar un diseño, varios siglos atrás se usó para potenciar el aspecto de iconos, esculturas, muebles, retablos, muros y columnas, entre otros elementos.
