Las calcomanías suelen contar con un adhesivo para que puedan pegarse en distintas superficies.
Calcomanía es un término que tiene su antecedente etimológico inmediato en el vocablo francés décalcomanie. La primera acepción que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia a un proceso que se lleva a cabo para trasladar una imagen, especialmente preparada para tal fin, desde un papel hacia otro tipo soporte.
La noción de calcomanía también se usa para aludir a la imagen que se genera mediante el citado procedimiento. Otra posibilidad es que haga mención a la cartulina que la contiene antes de su transferencia.
TemasLa calcomanía como imagen
Lo habitual es que la idea de calcomanía aparezca relacionada con la imagen que se puede pasar a otro soporte. Dicho traspaso puede concretarse apelando al calor o a agua, aunque lo más frecuente en la actualidad es que contenga una sustancia adhesiva (con lo cual a la calcomanía se la puede mencionar como pegatina o sticker).
A nivel general, de este modo, una calcomanía es una imagen que está preparada para su traslado a otra superficie. Si nos centramos en el primer significado que aporta la RAE, la calcomanía posee trementina. Esta sustancia pegajosa se obtiene de árboles como el alerce, el abeto y el pino; en este marco, la calcomanía tiene que colocarse sobre una cartulina o un papel, que se debe quitar tras humedecerse.
Otra posibilidad es que la calcomanía disponga de una capa de adhesivo. En estos casos, la imagen se comercializa y distribuye ya pegada sobre un papel siliconado, el cual luego se retira para dejar nuevamente el adhesivo al descubierto y así posibilitar la fijación de la figura a su lugar definitivo.
Una guitarra puede decorarse con calcomanías.
Marketing, decoración y otros usos
Los usos de las calcomanías son múltiples. Muchas veces se trata de un recurso de marketing: las compañías obsequian calcomanías con el objetivo de que los consumidores o clientes las peguen en diferentes lados. Una estrategia popular es incluir calcomanías con motivos infantiles en el interior de paquetes de golosinas, snacks, etc., para que los niños se diviertan encontrándolas y pegándolas.
Las calcomanías, por otra parte, pueden tomarse como un elemento decorativo. Según sus características y materiales, se emplean para ornamentar electrodomésticos (una heladera o nevera; un horno microondas), muebles (mesas, escritorios), instrumentos musicales (guitarras, bajos), vehículos (automóviles, bicicletas), puertas, ventanas y cuadernos, por mencionar algunas posibilidades.
En ocasiones, las calcomanías sirven para transmitir un mensaje. El simpatizante de un equipo de fútbol puede pegar una calcomanía con el escudo de la institución en su automóvil con la intención de reflejar su amor por la entidad en cuestión. Además la calcomanía puede difundir algún tipo de proclama o consigna: “Cuidemos las playas”, “Soy vegano y respeto a los animales”, “No a la violencia machista”.
Una leyenda urbana sobre las calcomanías
En la década de 1970 comenzó a difundirse un rumor sobre la supuesta inclusión de droga en calcomanías destinadas a los niños. Según esta versión, en la capa adhesiva se añadía una sustancia adictiva para provocar en los pequeños una dependencia de la misma.
Si bien hasta se generaron documentos oficiales con advertencias, nunca se demostró la existencia de este tipo de calcomanías. Por eso se suele considerar la historia como una leyenda urbana.
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