El cartón es un material que se produce mediante la adhesión de múltiples capas de pasta de papel, que se pegan por la humedad, se comprimen y luego se secan a través de la evaporación. Con el proceso de secado, el cartón se vuelve consistente.
El cartón tiene mayor resistencia que el papel. Se trata de un elemento más duro y, por lo general, con mayor grosor. Por eso se utiliza para la fabricación de cajas, envases y embalajes y para proteger determinados productos. Cuando el cartón es muy delgado, se lo llama cartulina y se lo utiliza para escribir o imprimir en él.
Por ejemplo: “Necesito una caja de cartón para guardar esos libros viejos”, “El vino en envase de cartón suele ser más barato que aquel que se comercializa en botellas de vidrio”, “Como la mesa se movía, coloqué un trozo de cartón debajo de una de sus patas para que quede firme”.
Al envase fabricado con cartón se lo suele llamar, simplemente, cartón: “Voy al almacén a comprar un cartón de leche y vuelvo”, “Trata de no aplastar los cartones de jugo”, “Los cartones de cigarrillos están cada día más caros”.
Se denomina cartón, por otra parte, a las tarjetas que presentan números para jugar al bingo o a la lotería: “Tengo tres cartones, espero ganar”, “¡No encuentro el cartón ganador!”, “Me quedé sin dinero, no puedo comprar más cartones”.
Cabe destacar que el cartón puede reciclarse. Se conoce como cartoneros a las personas que se dedican a recolectar el cartón arrojado a la basura para luego venderlo a los fabricantes, que lo reutilizan como materia prima.
Ideas para reciclar el cartón
Si bien la mayoría de las personas tiran a la basura todo aquello que ya no les sirve, siendo las cajas de cartón y los envoltorios de plástico dos de los artículos más frecuentes, algunas optan por el reciclaje, una actividad que nos permite darles nueva vida a estos materiales, a la vez que contribuimos con el medio ambiente y ahorramos algo de dinero.
Existe un gran número de ideas para reciclar el cartón de los productos que compramos a diario, y muchas de ellas no requieren de una habilidad especial. Cuando finalmente descubrimos el potencial de lo que antes considerábamos simplemente «cajas viejas», el cartón se convierte en una especie de tesoro que nos abre las puertas a la decoración y la creatividad.
Las lámparas artesanales de cartón corrugado se encuentran entre las favoritas, en gran parte porque el grado de complejidad del diseño se adapta a las habilidades y la experiencia de cada uno sin que esto repercuta negativamente en el resultado. Para quienes recién están dando sus primeros pasos por el mundo del reciclaje, lo ideal es buscar modelos de lámparas que usen grandes hojas de cartón dispuestas alrededor de la bombilla eléctrica; los expertos, por su parte, pueden embarcarse en complejas creaciones a base de delgadas tiras de cartón para conseguir un acabado verdaderamente fascinante.
Por otro lado se encuentran las estanterías de cartón, que presentan una dificultad un tanto mayor ya que deben estar bien construidas para resistir el peso y no perder el equilibrio. Sobra decir que no se recomiendan para objetos pesados, sino para papeles y pequeños adornos. Así como las lámparas, se pueden pintar y decorar como deseemos, combinando con otros materiales a gusto.
Los amantes de los animales pueden aprovechar el cartón para construir atractivas camas o cuchas con poco dinero. Una vez más, el límite lo impone la creatividad, ya que este material es lo suficientemente versátil como para crear todo tipo de diseños con mucha más facilidad que al trabajar en madera.