El verbo categorizar alude a realizar una clasificación o un ordenamiento por categorías. El término, de acuerdo a la Real Academia Española (RAE), proviene de la expresión inglesa to categorize.
Enmarcar algo en un grupo
Para continuar con el desarrollo de la definición de categorizar, es necesario primero ahondar en la idea de categoría. Este concepto tiene varios significados: en esta oportunidad, nos interesa su acepción como una clase, una condición o una división.
Al categorizar algo, por lo tanto, se lo incluye o se lo enmarca en un determinado grupo. Los elementos que forman parte de una misma categoría tienen características o propiedades en común.
Es importante señalar que para categorizar una serie de elementos no siempre es necesario un conocimiento técnico. Esta acción la llevamos a cabo desde la primera infancia, para distinguir a nuestros padres de nuestros hermanos, nuestros juguetes de la comida o los muebles de los electrodomésticos.
Algunos ejemplos
Tomemos el caso del financiamiento (los fondos económicos que una persona o una organización necesitan para solventar una operación comercial o el funcionamiento de una actividad). Cuando se solicita un servicio de financiamiento, este se lo puede categorizar como a corto plazo (si el dinero debe ser devuelto en menos de un año) o a largo plazo (si el tiempo de devolución es mayor a un año), por mencionar dos posibilidades.
Veamos lo que ocurre con el pescado. Es posible categorizar este animal de diferentes maneras. Si nos centramos en la cantidad de grasa que tienen entre sus músculos, se puede diferenciar entre los pescados azules (con una proporción de grasa superior al 5%) y los pescados blancos (con un índice de grasa inferior al 5%), por ejemplo.
Uno de los ámbitos de la vida moderna de los cuales nos cuesta prescindir es la medicina, y es uno de los que presenta más categorías. En este gran campo del conocimiento, que enmarca un gran número de especialidades, podemos encontrar tipos de enfermedades de acuerdo a sus causas, a sus vías de contagio y a su gravedad, entre otros muchos criterios.
Beneficios de categorizar
A simple vista, podemos decir que esta acción la llevamos a cabo en casi todos los ámbitos de nuestra vida, tanto a nivel académico como informal, en nuestro día a día. De forma casi natural e instintiva, tendemos a agrupar todos los datos que recibimos del exterior, así como los que se producen dentro de nuestro organismo, y poco a poco creamos una inmensa base que tomamos como referencia para entender la realidad.
Con respecto a los estímulos externos, por ejemplo, tenemos los idiomas, que podemos categorizar según sus alfabetos, su antigüedad o sus orígenes, entre otros criterios. Incluso sin conocimientos académicos o específicos, podemos decir «ese idioma parece oriental» o «por su acento creo que es europeo». Dentro de nuestra lengua, por otra parte, categorizamos los diferentes tipos de palabras en sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios y más, para poder aprenderla y usarla con mayor efectividad.
Cosas menos objetivas, como pueden ser las entonaciones, también las ordenamos en diferentes grupos, y gracias a eso podemos intuir si dos personas están discutiendo incluso si no podemos oír con claridad sus palabras. Categorizar nos beneficia porque nos permite asignarle un sitio específico a cada objeto, a la vez que lo dotamos de un significado que tenga sentido para nosotros. Aprendemos el concepto de asiento, y allí metemos las sillas, los sillones y las butacas del cine, por ejemplo; cada vez que vemos uno de estos productos, sabemos que podemos sentarnos sobre ellos.
Categorizar, en definitiva, es una acción que contribuye a ordenar información. De esta manera resulta sencillo construir estructuras simbólicas que ayudan a la comprensión o que tienen un fin práctico.