El denominado centro de gravedad es el centro de simetría de masa, donde se intersecan los planos sagital, frontal y horizontal. En dicho punto, se aplica la resultante de las fuerzas gravitatorias que ejercen su efecto en un cuerpo.
Cabe destacar que el centro de gravedad no se corresponde necesariamente con un punto de masa determinado del cuerpo. Si se trata de un cubo sin nada dentro, por ejemplo, su centro de gravedad no pertenecerá al cuerpo.
Centro de gravedad, centro de masa y centro geométrico
El centro de masa (el punto geométrico que actúa como si fuera afectado por la resultante de las fuerzas externas al sistema) sólo concuerda con el centro de gravedad si el campo gravitatorio es uniforme por la acción de un vector de magnitud y dirección constante.
El centro geométrico o centroide, por otra parte, concuerda con el centro de masa si el cuerpo tiene densidad uniforme (y, por lo tanto, es homogéneo) o si la proporción de la materia del sistema es simétrica.
El concepto en el cuerpo humano
En el cuerpo humano, el centro de gravedad se halla en la pelvis, anterior al sacro. Cabe mencionar que las mujeres poseen este punto más abajo que los hombres, ya que su pelvis y sus muslos pesan más, y que sus piernas tienen una extensión menor.
Se conoce con el nombre de línea de gravedad a aquélla que atraviesa verticalmente el centro de gravedad, y que depende de la posición de este último. A grandes rasgos, es correcto decir que si la postura es adecuada, esta línea atraviesa las vértebras cervicales medias y lumbares medias, así como el frente de las vértebras dorsales.
El centro de gravedad al caminar
Al caminar normalmente, el centro de gravedad se mueve verticalmente en ambas direcciones. El punto de mayor altura se da cuando la extremidad que lleva el peso se encuentra en el centro de su fase de apoyo; el más bajo, en cambio, tiene lugar cuando el apoyo es doble, o sea, cuando los dos pies se encuentran tocando el suelo. En un adulto masculino, se puede decir que el punto medio es de 5 cm, aproximadamente. Durante este desplazamiento, la línea que sigue el centro de gravedad no presenta cambios drásticos, sino que es suave y fluida.
Cuando se produce la transferencia del peso entre las dos piernas, la pelvis y el tronco de desvían lateralmente, hacia el lado en el cual el peso del cuerpo se apoya. Además del desplazamiento vertical que sufre el centro de gravedad, también se mueve de lado a lado y el promedio es nuevamente 5 cm. Estos movimientos laterales se ven limitados por el apoyo medio de cada extremidad. Así como en el caso anterior, las curvas no son abruptas.
A lo largo de la fase de apoyo, en cuanto el talón hace contacto, la rodilla comienza a flexionarse y esto se prolonga hasta la alcanzar los 20 grados, aproximadamente.