Un charango es un instrumento musical que suele utilizarse en la región de los Andes. Se trata de un instrumento de cuerda que se asemeja a una guitarra, aunque es mucho más pequeño.
Características generales
El charango más habitual dispone de cinco cuerdas dobles. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando su caja de resonancia se realizaba con el caparazón de un armadillo (un animal mamífero cuyo caparazón se compone de piezas óseas recubiertas por láminas córneas que se mueven).
En la actualidad generalmente la caja del charango se fabrica con madera semidura o dura, tratando de imitar la estructura y la forma del caparazón del armadillo. Es habitual que se desarrolle la caja, el mástil y el clavijero en una misma unidad, sin que haya partes separadas.
Las maderas que se emplean con más frecuencia para fabricar los charangos son cedro, nogal, algarrobo, caoba y alerce, entre otras. En algunos casos hasta las clavijas son de madera, aunque también existen las clavijas metálicas.
El charango se usa en varios ritmos folclóricos de América Latina, como el huiano y la cueca. Al músico que toca el charango se lo conoce como charanguista.
Teorías de su origen
Comencemos con la teoría peruana, según la cual la fusión cultural que tuvo lugar a partir de 1532, cuando los españoles llegaron a sus tierras, dio lugar al surgimiento del charango. La presencia de este instrumento en la historia de Perú se puede apreciar, por ejemplo, en los textos, cuadros y pinturas que datan de varios siglos atrás. Las primeras evidencias textuales del charango y otros instrumentos similares en suelo peruano fueron escritas por cronistas a partir del siglo XVII.
Con respecto a la teoría boliviana, podemos leer en un libro escrito en el año 1946 por el argentino Carlos Alberto Gabriel Vega, apodado el padre de la musicología en su país, que los indígenas disfrutaban mucho la ejecución del charango, el cual describe como un «guitarrillo». De acuerdo con el cantautor boliviano Ernesto Cavour Aramayo, el creador del charango fue el indio Sayra Willka, quien en 1716 dio con esta invención mientras intentaba elaborar una guitarra pequeña similar a las españolas. Su nombre inicial fue chajhuanku, en quechua.
Partes del charango
La caja acústica puede ser de madera ahuecada, laminada o de caparazón de armadillo. Este último es el que se usaba en sus comienzos tanto en Bolivia como en Perú. Por fortuna para esta especie, que se encuentra en peligro de extinción, con el tiempo comenzó a priorizarse el uso de la madera.
El mástil también se fabrica en madera, especialmente la llamada «mara», porque resiste con eficacia los cambios climáticos y es muy liviana. Su clavijero, también de madera, puede disponer las clavijas en sentido vertical u horizontal (esta última modalidad usa metal de forma exclusiva).
Las clavijas también pueden ser de cualquiera de estos dos materiales. Claro que la madera es más común, porque resulta más fácil de producir y, por lo tanto, es más económica que el metal. Por otra parte, las clavijas de metal suelen ser más fáciles de controlar para afinar el charango. Con respecto a las cuerdas, en sus comienzos se fabricaban con tripa, pero con el tiempo este material fue reemplazado por el metal y el nailon.
Charanguistas famosos
Entre los charanguistas más famosos de la historia se encuentran el argentino Jaime Torres, el boliviano Mauro Núñez y el chileno Roberto Márquez. También es posible encontrar mujeres que se destacan por su talento con el charango como Marcela Morelo.
Es interesante señalar que, en homenaje al mencionado Mauro Núñez, Bolivia celebra el Día Nacional del Charango cada 15 de enero. En dicha fecha de 1902 nació el prestigioso músico, fallecido en 1973.