La noción de cibercultura no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto, de todos modos, se utiliza con frecuencia para referirse a la cultura que se desarrolla en el ciberespacio: un entorno artificial desarrollado mediante herramientas informáticas.
Es importante conocer que el término de cibercultura tiene su origen en la década de los años 40. En concreto, fue en el año 1942 cuando el matemático estadounidense Norbert Wiener planteó la palabra cibernética, de la que deriva la que ahora nos ocupa.
La cibercultura, por lo tanto, está vinculada a la informática y a Internet. Se trata de conocimientos, costumbres, modos de vida y expresiones surgidas por el uso de computadoras (ordenadores), teléfonos celulares (móviles) y otros dispositivos tecnológicos.
Partiendo de todo lo expuesto tenemos que establecer que, por tanto, la cibercultura se puede analizar y apreciar desde tres prismas diferentes:
-La hipertextualidad, ya que supone el acceso de forma interactiva desde cualquier lugar y a cualquier asunto.
-La interactividad, pues viene a ser una relación entre el entorno digital y una persona que, además, permitirá la relación de esta con más personas.
-La conectividad, que es la que ofrece la Red.
Las manifestaciones se comparten en el ciberespacio, siendo accesibles desde cualquier lugar del mundo físico. Además es habitual que las personas puedan colaborar entre sí para modificar o actualizar los contenidos de la cibercultura.
Gracias a sus características, la cibercultura es construida por individuos de todo el mundo. Sin embargo, pese a esa aparente inclusión, establece varias trabas que no todos los sujetos logran superar: exige, por ejemplo, contar con conocimientos y medios técnicos. Un hombre que no tiene acceso a computadoras ni teléfonos, o que no sabe cómo utilizarlos, no puede ser un actor activo de la cibercultura.
Los sitios web, las redes sociales, los juegos en red y la televisión interactiva son algunas de las manifestaciones de la cibercultura. Cabe destacar que la cibercultura y la cultura “convencional” suelen mezclarse y combinarse de distintas maneras: unos jóvenes pueden conocerse personalmente después de haber interactuado en las redes sociales, alternando luego entre encuentros presenciales y encuentros virtuales.
Muchos son los estudiosos acerca de la cibercultura y, sobre todo, de la manera en la que esta se encuentra cambiando nuestra vida. En este sentido, podemos destacar que la ha modificado de varias maneras como las siguientes:
-Haciendo uso de redes sociales o de plataformas audiovisuales varias, cualquier ciudadano de a pie puede convertirse en famoso e incluso en una celebridad capaz de generar tendencias y de convertirse en un referente para un sector de la población.
-Ha dado lugar a la existencia de lo que se conoce como ciberactivismo, que supone que cada vez más ciudadanos expresen su opinión acerca de todo tipo de asuntos importantes para el país o el mundo e inicien acciones para, al menos, poner en tela de juicio cuestiones instituidas.
-Han surgido nuevas palabras.
-Existen personas que se crean una “nueva vida” en la Red, que nada tiene que ver con la real.
