Consuetudinario, procedente del vocablo latino consuetudinarius, es un adjetivo que califica a aquello que es tradicional, frecuente o rutinario. Lo consuetudinario, por lo tanto, se vincula a lo acostumbrado.
Por ejemplo: “En esta región del país, ciertas plantas tienen un uso consuetudinario para aliviar problemas de salud”, “No debemos aceptar la violencia como algo consuetudinario o normal: tenemos que tratar de erradicarla de nuestras sociedades”, “El hombre, bebedor consuetudinario y poco afecto a respetar las sugerencias médicas, falleció a causa de cirrosis”.
Derecho consuetudinario
En plano judicial, se denomina derecho consuetudinario a aquel que se introduce por una costumbre. En este caso, por lo tanto, se puede afirmar que la costumbre es una fuente de derecho: contribuye a la creación de normas jurídicas. Otro de los nombres por el cual se conoce el derecho consuetudinario es usos o costumbres.
El derecho consuetudinario está compuesto por normas no escritas, pero cumplidas por la costumbre que se desarrolla con el paso del tiempo en un cierto territorio. Cuando no hay una norma escrita o una ley específica, se apela al derecho consuetudinario que resulta aplicable a un determinado hecho.
Surgimiento de estas reglas
La doctrina vigente considera que el derecho consuetudinario surge a partir de la coexistencia de dos elementos: la conciencia de obligatoriedad y el uso generalizado y repetitivo. En el primer caso, el concepto alude a que todos los integrantes de la comunidad consideran que una cierta conducta supone una violación a los principios que organizan la vida comunitaria. El uso generalizado y repetitivo, por su parte, refiere a un comportamiento que realizan la totalidad de los ciudadanos de manera sostenida en el tiempo.
Es necesario ahondar más en el concepto de fuente del derecho, el cual hace referencia a todo aquello que contribuya o haya contribuido a la creación del total de reglas jurídicas que puedan aplicarse en el marco de un Estado en un punto dado de la historia. Los países que se apoyan en el derecho escrito, tienen como fuentes del derecho fundamentales una serie de textos, que pueden ser constituciones, tratados internacionales, reglamentos o leyes.
En el caso del derecho consuetudinario, las fuentes se admiten de acuerdo con la materia, una de las cuales puede ser la costumbre, junto con los principios de derecho natural (una doctrina según la cual existen derechos humanos que determina su propia naturaleza) y los generales del derecho que consagra la jurisprudencia.
El derecho consuetudinario como sistema jurídico
El derecho consuetudinario también se considera un sistema jurídico, como el derecho anglosajón y el continental. Un sistema jurídico es un conjunto de normas, ideologías y actitudes que gozan de vigencia en un Estado y definen las características del derecho, como ser su origen, sus funciones, el modo en que debe ser aplicado, entendido, perfeccionado y enseñado.
A pesar de que la vida actual se caracteriza en gran parte por la existencia de muchas estructuras que rigen nuestro accionar y nos impiden movernos con libertad por la naturaleza, resulta curioso que todavía al día de hoy tengan tanta fuerza las costumbres como para influir en la toma de decisiones de las autoridades de un Estado.
Claro que la Justicia no es el único ámbito en el cual las costumbres posean un peso considerable y un poder modificador: a menudo la Real Academia Española acepta nuevos usos y formas incorrectos de los términos basada en que una gran porción de la sociedad hispanohablante los prefiere por sobre los correctos. Esto da origen a diversos debates por parte de los académicos, quienes deben adaptarse a la deformación de la lengua que tanto esfuerzo les costó aprender, pero también habla de la posibilidad de escoger libremente el modo de comunicarse.