Se llama contraprestación a la prestación que tiene que dar alguien en virtud de aquello que debe recibir o que ya recibió de la otra parte. Por lo general se trata de un pago o de un servicio.
Sigue a la prestación
La contraprestación, por lo tanto, es algo que se da o se realiza en correspondencia a otra cosa. Primero hay una prestación y luego aparece la contraprestación.
En ocasiones la contraprestación es simultánea con la prestación, o inmediata a ella. Cuando se realiza una compra y se abona en efectivo, por ejemplo, la prestación y la contraprestación se dan a la vez: una persona se lleva un kilogramo de manzana y entrega cincuenta pesos, por mencionar una posibilidad.
Tomemos el caso de una compra en cuotas. En este caso, la contraprestación se extiende varios meses. Si un hombre adquiere un televisor y lo paga en doce cuotas mensuales, la contraprestación por el artefacto se prolongará durante un año.
La contraprestación, en definitiva, es la remuneración respecto a un servicio o el precio frente a un producto. El salario o sueldo, en este marco, es la contraprestación por un trabajo. Quien se dedica a cortar el césped a cambio de dinero recibe como contraprestación una determinada retribución económica por su actividad, al igual que el abogado obtiene un cierto monto por su asesoría profesional.
Características generales
A continuación veremos una serie de características de la contraprestación que se pueden aplicar a casi todos los casos en que exista un intercambio que la incluya en sus términos:
* es posible que se trata de la transferencia de ciertos activos o de la entrega de una suma de dinero. Si tomamos como ejemplo la oferta pública de adquisición, el inversor tiene la posibilidad de usar dinero para el pago, de ofrecer acciones o de combinar estas dos modalidades;
* debe haber un acuerdo como parte de la operación, que acepten las dos partes involucradas. En algunos casos se trata de un vendedor y de un comprador, mientras que en otras, de un deudor y de un acreedor;
* la contraprestación se debe entregar en un plazo que se puede programar de forma previa, como ocurre al solicitar un préstamo, o inmediatamente, como en las compras abonadas en efectivo;
* las compras a crédito, mencionadas más arriba, son un ejemplo de créditos que permiten el pago de la contraprestación en periodos extensos. En estos casos, se aplica una tasa que aumenta el importe inicial;
* no cumplir con la contraprestación representa una infracción que acarrea consecuencias. Puede dar lugar a un juicio y tener como pena el pago de una sanción económica;
* si el deudor tarda demasiado en pagar una cuota, por ejemplo, es posible que le cobren intereses moratorios. Si pasa demasiado tiempo o nunca cumple con su obligación, esto se plasma en su historial y le impide acceder a futuros financiamientos.
Vínculos sin contraprestación
Es importante tener en cuenta que en muchos vínculos y convenios no existe una contraprestación. Eso ocurre con los impuestos, que son tributos que exige el Estado y que el ciudadano está obligado a pagar sin ninguna contraprestación directa o concreta a cambio.
En este caso, podríamos decir que si bien no hay una contraprestación directa, el bienestar y la seguridad que en teoría el Estado garantiza a los ciudadanos a cambio del pago de estos impuestos sería, de alguna manera, una contraprestación indirecta. Sin embargo, no recibe este nombre porque no cumple con todos los requisitos del concepto y, sobre todo, porque el pago de impuestos es obligatorio para todo el pueblo, a diferencia de los contratos de compraventa, por ejemplo, en los que sí existe ese ida y vuelta antes descrito.