La noción de coraje deriva del francés corages. El concepto se emplea para denominar al valor, la bravura o la valentía. Por ejemplo: «Con mucho coraje, el joven ingresó a la casa en llamas para rescatar al perro», «La mujer demostró su coraje al actuar de ese modo», «A los jueces de este país les falta coraje para enfrentar la corrupción».
El coraje se considera como una virtud del ser humano. Se trata de la fuerza que tiene un individuo para actuar pese a las dificultades o los peligros. Gracias a su coraje, una persona puede superar los obstáculos y llevar adelante una acción.
Puede decirse que el coraje es necesario para dejar atrás el miedo: al dolor físico, a la muerte, al fracaso, a las críticas, etc. Si el sujeto es cobarde, en cambio, el temor lo paralizará y le impedirá actuar.
Supongamos que un hombre advierte que un niño se está ahogando en el mar. Con el objetivo de salvar al pequeño, y poniendo en riesgo su propia vida, esta persona se arroja al agua. Este comportamiento demuestra el coraje del hombre.
Tomemos el caso de un adolescente que ama la danza y suele ser víctima del bullying por esa pasión. Cuando un docente le propone bailar ante sus compañeros en un acto escolar, el joven decide enfrentarse a las posibles burlas y, con coraje, acepta la propuesta ya que él disfruta bailando y entiende que nadie debería molestarlo por ello.
En Polonia existe la Medalla por Sacrificio y Coraje, una condecoración civil que se originó el 17 de febrero del año 1960 para honrar a aquellos individuos que arriesguen su vida en misiones de rescate. El diseño de esta medalla estuvo a cargo de Józef Jan Gosławski, un medallista y escultor destacado, quien legó obras como el monumento a Frédéric Chopin, una escultura que se exhibe en un parque cercano a la casa del compositor.
El Presídium del Sóviet Supremo de la URSS creó el 28 de diciembre del año 1988 una distinción denominada Orden al Coraje Personal, con el objetivo de condecorar a los ciudadanos que exhibieran un despliegue admirable de coraje en actos tales como los rescates de personas en riesgo de muerte, o cualquier acción que promueva la integridad del Estado y el orden público, ya sea en el contexto de una catástrofe natural o de cualquier situación de peligro.
Cabe mencionar que el Presídium era uno de los órganos de gobierno de mayor importancia de la Unión Soviética; lo integraban el Presidente, quince diputados (uno de cada república), un secretario y, por último, un total de veinte miembros ordinarios. La medalla tiene una gran estrella dorada sobre una base ligeramente ovalada, y entre el inconfundible símbolo de la hoz y el martillo y la sigla de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas exhibe el siguiente mensaje: «Al coraje personal».
El coraje se asocia a una serie de principios y cualidades puesta al servicio de la justicia. Es un ejercicio de voluntad que tiene un objetivo impostergable, ya sea que el obstáculo a derribar se encuentre en nuestro interior o frente a nosotros. El coraje nos leva a: apoyarnos en nuestras creencias y convicciones para enfrentar el peligro y la adversidad; vivir de forma responsable según ciertos valores que nos definen; mantenernos en pie a pesar de las derrotas. En otras palabras, los vértices del coraje son la valentía, la integridad, la persistencia y la vitalidad.
Coraje, por otra parte, puede usarse para aludir al enojo o la irritación: «El anciano confesó que mató a su vecino por coraje», «Me da coraje que los políticos no presten atención a las necesidades de la gente».