Un corsé, término que tiene su origen etimológico en el francés corset, es una prenda interior de mujer que se ajusta al cuerpo desde las caderas hasta el pecho. Puede emplearse por una cuestión estética o por un motivo médico, ya que contribuye a moldear la silueta.
Historia del corsé
El origen del corsé se halla en las antiguas civilizaciones de Micenas y Creta, aunque esta prenda comenzó a popularizarse en las sociedades occidentales en torno al siglo XVI, en particular tras su utilización en la corte de la familia Médici, conocida por su poder e influencia. Se trataba de estructuras metálicas que las mujeres de la corte usaban para estilizar su torso y darle una forma cónica, aunque eran incómodos y acotaban la movilidad.
El material usado para esta primera ola de corsés era metal, y esto explica su rigidez. Con el tiempo estos armazones fueron adquiriendo otras características. Ya en el siglo XVII, la mayoría de los corsés apuntaban a achicar la cintura y levantar el busto. Los encajes y los bordados a modo de ornamentación se hicieron frecuentes.
La evolución del corsé abrió las puertas a una complejidad cada vez mayor, no sólo en los diseños sino también en la estructura, para conseguir mejores resultados reduciendo la molestia que de todos modos suponía usarlo. Cabe mencionar que no era la única prenda creada para moldear la silueta de la mujer, sino que se combinaba con el miriñaque, el pannier y otras.
Los cambios en las preferencias estéticas llevaron a que el corsé perdiera notoriedad. En la actualidad su uso tiende a limitarse a la alta costura y al cabaret, además de formar parte de un fetichismo. Esto no significa que la sociedad ya no persiga la perfección en la silueta, sobre todo en la femenina, sino que las exigencias son diferentes.
Corsé ortopédico
Un corsé ortopédico, en tanto, es un artefacto que se utiliza para la prevención y la corrección de los desvíos de la columna vertebral. Estos aparatos propician la inmovilización del sector torácico de la espina dorsal, manteniéndolo en la posición adecuada.
Otro nombre por el que se conoce el corsé ortopédico es ortesis de tronco. El problema para el que se usa con mayor frecuencia es la escoliosis, la cual se caracteriza por desviar la columna y arquearla al punto de que en lugar de estar recta adopte una forma similar a la de la letra S. Si bien no se conoce con precisión la causa de este trastorno, es bastante frecuente en personas con distrofia muscular o parálisis cerebral, aunque también se registran casos de madres que la desarrollan al llevar en brazos a sus niños, si éstos son demasiado pesados.
Es importante señalar que la efectividad de este tipo de corsé está ligada a la etapa en la que se encuentre el paciente, porque funciona solamente durante el crecimiento. De hecho, el médico no puede recetarlo hasta no haber realizado las comprobaciones necesarias para estar seguro de que el paciente continúe en pleno desarrollo. El procedimiento suele incluir preguntas a los adultos responsables del niño y diversas radiografías.
Otra limitación del corsé ortopédico es que el ángulo de la curvatura de la columna no debe superar los 40 grados. Tampoco se recomienda si es inferior a 20, de manera que los requisitos para su funcionamiento son muy específicos.
Otra acepción
En sentido figurado, por último, la idea de corsé alude a las restricciones que se imponen en determinados ámbitos o circunstancias. Por ejemplo: “El corsé de los prejuicios no te deja ver la situación con claridad”, “El régimen fiscal le pone un corsé al crecimiento de los microemprendimientos”, “Hay un corsé legal que nos impide ir más allá”.