Deceso es un término que deriva del latín decessus. El concepto alude a la muerte de una persona. Por ejemplo: “El médico informó que el deceso del cantante se produjo a las tres de la mañana”, “Tristeza por el deceso del legendario actor francés”, “La policía investiga las causas del deceso de un joven cuyo cuerpo apareció en la orilla del río”.
La idea de deceso tiene varios sinónimos, como fallecimiento, defunción y expiración. Estas nociones refieren al final de la vida como resultado de la imposibilidad de mantener la homeostasis. La interrupción permanente de las funciones sistémicas, entre ellas las funciones cerebrales, causan el deceso.
Distintas causas de los decesos
Si el deceso se produce por una enfermedad o como consecuencia de la vejez, se dice que es natural. También el deceso puede deberse a causas inducidas: un asesinato, un accidente, un suicidio, etc.
Siempre es importante determinar cuál es la causa de un deceso ya que esa información podría indicar si existió un delito. Supongamos que un anciano es encontrado muerto en su casa: puede haber fallecido naturalmente por un ataque cardíaco o haber sido envenenado, por citar dos posibilidades.
Rituales posteriores
Los decesos dan lugar a diversos rituales que varían según cada cultura. Por lo general se le brinda algún tipo de despedida u homenaje al individuo fallecido, que se lleva a cabo en presencia de su cadáver. Luego los restos pueden ser depositados en un cementerio o incinerados.
Algunas personas creen que el deceso marca el fin de la existencia; otras, en cambio, sostienen que hay una “vida” más allá de la muerte, en otra dimensión o plano. También hay quienes tienen fe en la reencarnación: en este caso, el sujeto fallecido podría volver a este mundo pero en otro cuerpo.
Seguro de decesos
Se conoce con el nombre de seguro de decesos a la cobertura multirriesgo que da a la persona que la contrata la tranquilidad de saber que después de su fallecimiento sus familiares continuarán recibiendo los beneficios. Cabe señalar que este tipo de seguro existe desde principios del siglo XX y garantiza una serie de servicios que pueden resultar esenciales para los clientes.
Si bien a casi nadie le gusta adelantarse al día de su muerte o ponerse a pensar en lo que ocurrirá con su familia si ya no puede estar con ella para protegerla, dado que se trata de un hecho inevitable es mejor prepararse contratando un seguro de decesos, el cual está pensado para cubrir las necesidades emocionales y materiales de los familiares, ajustándose al caso particular de cada uno.
Veamos algunas de las garantías que ofrece un seguro de decesos, aunque existen varios tipos según la compañía aseguradora y el país de origen:
* dependiendo de las costumbres locales y del cliente, cubre los servicios de inhumación o incineración y el de tanatorio, en el lugar de preferencia del cliente;
* la gestión del servicio de entierro en el cementerio que escoja el asegurado;
* cubre los gastos extraordinarios que la familia tenga que enfrentar para contratar médicos y enfermeros, o bien abogados para recibir asesoramiento jurídico y tramitar los documentos típicos de estas situaciones tan difíciles de sobrellevar;
* dado que muchas veces el deceso de un familiar puede acarrear un período de depresión o algún otro problema psicológico, este seguro también contempla la terapia, tanto de forma presencial como por teléfono u otras vías de comunicación;
* aunque esto no es de interés para todas las familias, el seguro de decesos suele incluir el servicio de conservación del ADN del fallecido;
* si la póliza es muy completa, puede llegar a cubrir todos los gastos sanitarios y, si fuera necesario, la adecuación de la vivienda.