El adjetivo delgado procede del vocablo latino delicātus. Aplicado a una persona, refiere a que se trata de alguien flaco, de poco peso. Por ejemplo: “Estás muy delgado, ¿te alimentas correctamente?”, “Estoy buscando a mi sobrino: es un muchacho alto y delgado, de cabello castaño”, “El delgado actor tuvo que modificar su fisonomía para interpretar al presidente en su nueva película”.
De acuerdo a los patrones estéticos convencionales de la actualidad, la delgadez suele considerarse como atractiva. Un individuo delgado, en este marco, tiene más posibilidades de triunfar en el mundo de la moda o en la industria del entretenimiento que una persona con sobrepeso. Sin embargo, quien está delgado puede padecer algún tipo de desorden alimenticio u otro problema. Sólo un profesional de la salud puede indicar cuál es el peso adecuado de un sujeto.
Los medios de comunicación nos dan un mensaje ambiguo: por un lado, nos empujan a bajar de peso para vernos delgados, asegurándonos que el sobrepeso es nocivo para nuestra salud y que no nos permite hacerle justicia a nuestra belleza natural; por otro, nos dicen que nadie debería juzgarnos por nuestro aspecto físico, y que sólo importan nuestros sentimientos. Claro que basta con echar un vistazo a los cuerpos de los famosos y las famosas para comprobar que la delgadez es un requisito casi inevitable para el éxito.
Uno de los puntos que nunca deberíamos pasar por alto cuando decidimos comenzar una dieta para adelgazar es nuestra edad: la misma rutina alimentaria no funciona en todos los casos, ya que en cada etapa de nuestra vida necesitamos diferentes nutrientes para desarrollarnos de forma sana. De hecho, la mayoría de las personas no necesita más que romper con su sedentarismo para conseguir una figura más esbelta. A todo esto se suma la estructura ósea: la delgadez es diferente en cada cuerpo, y por eso lo importante es encontrar el equilibrio.
Los niños y los adolescentes necesitan alimentarse de forma variada y abundante para crecer sin problemas; una vez alcanzada la juventud, es posible prescindir de ciertos productos, ya que el cuerpo no los requiere y muchas veces generan un aumento de peso anómalo. Es importante resaltar que de nada sirve saltarse comidas, especialmente si se trata del desayuno, ya que esto provoca un descenso considerable en el rendimiento físico y mental, además de un desequilibrio en la alimentación que muchas veces acarrea el efecto contrario al deseado.
Algo delgado, por otra parte, tiene un espesor reducido o resulta delicado: “¿Podrías cortarme un trozo delgado de jamón, por favor?”, “Te sugiero buscar un abrigo más delgado ya que no hace tanto frío”, “El borde de la pizza debe ser delgado para que no quede crudo”.
Este adjetivo también se puede utilizar en sentido figurado, para hacer referencia a algo que pasa desapercibido con facilidad o que tiene un sustento ideológico poco resistente. Por ejemplo, es común oír que la línea entre dos conceptos es delgada, y esto significa que en ciertos contextos no es fácil distinguirlos. Si la línea entre una actitud positiva y una negativa es delgada, nos encontramos ante un problema, ya que no siempre sabremos calificar el comportamiento de forma adecuada.
Delgado también es un apellido usual en España y en América Latina. Marcelo “Chelo” Delgado, por citar un caso, es un ex futbolista que formó parte del seleccionado argentino. Washington Delgado (1927-2003), por su parte, fue un escritor peruano que integró la Academia Peruana de la Lengua. La española Anita Delgado (1890-1962), en tanto, se destacó como bailarina.
En El Salvador, Delgado es la denominación de un municipio que pertenece al departamento de San Salvador. Cabo Delgado, por último, es un provincia que forma parte del territorio de Mozambique.
