Los derechos de los pueblos indígenas son las potestades que se les reconocen a las comunidades aborígenes. Estas facultades les permiten a las colectividades en cuestión desarrollarse con autonomía y respetando sus tradiciones.
Es importante indicar que se trata de derechos colectivos: esto quiere decir que el sujeto de derecho no es una persona, sino un grupo. Su finalidad es preservar la identidad y los intereses del conjunto.
Antes de avanzar, resulta indispensable definir qué es un pueblo indígena. Así se denomina a la población que es originaria de la tierra que habita, habiéndose instalado en ella antes que otras etnias o manteniendo una presencia tan extendida y estable que se puede considerar al colectivo como oriundo del lugar. Generalmente estos pueblos son preexistentes a los Estados modernos y están en su territorio desde antes de la fijación de los límites políticos y administrativos de la actualidad.
Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue adoptada en 2007 a través de la Resolución 61/295. Con el Convenio 107 y el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) como antecedentes, constituye una muestra del compromiso de la comunidad internacional con la reconocimiento de la identidad y la autodeterminación de estos pueblos.
Debe considerarse que las declaraciones de la ONU no constituyen una legislación internacional debido a que no son coercitivas. Sin embargo, suelen considerarse como fundamentos de normas jurídicas. En este caso concreto, el documento apunta al reconocimiento de la propiedad de territorios ancestrales y el respeto por conocimientos tradicionales, tradiciones y costumbres de estas comunidades, que a lo largo de la historia han sido víctimas de la violación de los derechos humanos.
Estos derechos contemplan cuestiones asociadas a la cultura indígena, la gestión de recursos naturales, el desarrollo sostenible y la participación política de las comunidades aborígenes. La declaración recogió reclamos que el activismo indígena y diversos movimientos sociales venían haciendo desde hacía mucho tiempo.
Es importante indicar que esta declaración fue aprobada con el voto a favor de 143 países miembros de la ONU. Hubo 4 naciones que votaron en contra: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Quienes votaron de manera negativa esgrimieron argumentos como la incompatibilidad de ciertas prácticas ancestrales con las leyes modernas y la imposibilidad de aprobar y aplicar legislaciones que no atañan al total de la ciudadanía.
Sobre el concepto
Se entiende por derechos de los pueblos indígenas a las leyes de una nación que permiten regular el vínculo entre el gobierno y el respeto por la autodeterminación de las comunidades nativas que residen dentro de los límites del Estado. La noción también se refiere, en el derecho internacional, a la defensa del modo de vida de estas etnias ante violaciones cometidas por empresas o gobiernos.
No se puede dejar de mencionar, por otra parte, que las organizaciones indígenas apelan a este concepto para aludir a aquello que reclaman en términos de protección de sitios sagrados y patrimonio cultural, lucha contra la minería y extracción de recursos, promoción de la diversidad lingüística y defensa de la agricultura tradicional, por ejemplo.
Estos derechos específicos surgen a partir de la existencia de pueblos indígenas u originarios que, en un momento de la historia, sufrieron una invasión y fueron colonizados. Es decir: había un asentamiento humano que habitaba un territorio al cual llegaron colonizadores, quienes atentaron contra las tradiciones, el idioma y las formas de vida de los invadidos.
Habitualmente se considera como pueblos indígenas a las comunidades precoloniales que sufrieron la ocupación y la colonización de grupos foráneos (como sucedió con las poblaciones nativas de América al arribar los europeos). La reivindicación de sus derechos supone un reconocimiento a su existencia anterior a la conformación de los Estados modernos.
Ejemplos de derechos de los pueblos indígenas
Podemos encontrar ejemplos de los derechos de los pueblos indígenas analizando el caso de la República Argentina. La Constitución de la Nación otorga reconocimiento a la preexistencia, tanto cultural como étnica, de los pueblos indígenas. En este marco señala la posesión comunitaria de aquellas tierras que habitan tradicionalmente.
En este punto debe subrayarse que el territorio está asociado a la identidad de estas comunidades. Partiendo de este principio, el ordenamiento jurídico argentino está integrado a estándares y mandatos como los convenios de la OIT, que el Estado de este país sudamericano ratificó.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas de Argentina reconoce la existencia de más de 1.800 pueblos aborígenes (quechuas, guaraníes, wichís y mapuches, entre otras etnias). Sin embargo, el reconocimiento constitucional de sus derechos muchas veces no se ve reflejado en la realidad.
Así, comunidades mapuches reclaman territorios que están en manos de terratenientes o que incluso forman parte de parques nacionales. Hay que indicar que el vínculo entre estos pueblos y el Estado varía de acuerdo al gobierno de turno. Por eso incluso puede cambiar el reconocimiento como pueblo indígena que se le otorga a ciertas comunidades.
Esto ha llevado a que, mientras que una gestión reconoció la propiedad ancestral de ciertas tierras, otra consideró que dichas tierras están siendo usurpadas. Dicha situación se dio con comunidades mapuches en la Patagonia, incluso calificadas como «terroristas» por algunos sectores.