Deslinde es el acto y el resultado de deslindar: realizar una aclaración para concluir un malentendido o evitar una confusión, especificar ciertos términos para establecer una diferenciación. El origen etimológico del verbo se encuentra en el vocablo latino delimitāre.
Por ejemplo: “Las autoridades municipales ensayaron un deslinde de responsabilidades y acusaron al gobierno provincial de no aportar los fondos correspondientes”, “El cantante le exigió al periodista que ratifique lo manifestado por su compañero o realice un deslinde”, “El deslinde de la madre con su hijo sorprendió a los investigadores”.
La idea de deslinde suele emplearse respecto a la intención de eludir una responsabilidad, aclarando determinadas cuestiones. Supongamos que el dueño de una empresa empieza a ser mencionado en los medios de comunicación como partícipe de una estafa. Con la intención de limpiar su imagen, el empresario hace un deslinde y señala al gerente de la compañía como responsable de lo sucedido, asegurando que él no estaba en conocimiento de la operación bajo investigación.
El concepto de deslinde o deslindamiento también alude a la delimitación o la demarcación de un sitio. El desarrollo de un proceso de deslinde, en este marco, implica fijar los límites de un terreno para separarlo de los predios adyacentes.
El deslinde debe llevarse a cabo según lo fijado por el título de propiedad. De esta manera se establece dónde comienza y dónde termina el derecho de cada uno de los propietarios.
Por lo general el deslinde es solicitado por uno de los propietarios cuando los límites de los terrenos contiguos no están claros. Un juez es el responsable de determinar cómo debe desarrollarse el proceso, que una vez concluido da paso al amojonamiento: la instalación de mojones para marcar los límites establecidos.
En este contexto, se entiende el término mojón como una señal permanente que se coloca en los terrenos que deben ser delimitados, para indicar los linderos de heredades (una heredad es un terreno cultivado que pertenece a un solo dueño, en particular una porción del mismo que una familia lega a sus descendientes), las fronteras y los términos.
Es importante resaltar que el deslinde es uno de los derechos asociados a la posesión de bienes, la cual se origina, a su vez, en la propiedad o el resto de los derechos reales que un titular puede tener sobre sus bienes inmuebles. En otras palabras, todo dueño de una finca tiene «derecho a deslindar» y para ello puede solicitar a las autoridades pertinentes que lleven a cabo el deslinde de un terreno.
Dicha solicitud no sólo puede hacerla el propietario mismo, sino también cualquier persona que tenga sobre el terreno un derecho real de posesión para usarlo y disfrutarlo. Recordemos que el derecho real es el poder de tipo jurídico que un individuo ejerce sobre una cosa, de forma directa e inmediata, para aprovecharlo total o parcialmente, y este derecho es oponible a terceros.
Un aspecto del deslinde que suele generar confusión es su alcance a nivel legal: este procedimiento no sirve para acreditar el derecho con el cual se lleva a cabo, sino simplemente el hecho de la delimitación misma. Por esta razón, no se admite cuando el objetivo de una persona es solucionar problemas relacionados con la propiedad de una finca en particular, sino que en esos casos es necesaria la celebración de un juicio declarativo ordinario.
El procedimiento denominado deslinde judicial pertenece al conjunto de los de jurisdicción voluntaria, y lo puede solicitar cualquier persona que tenga un interés en el terreno a deslindar, acudiendo al edificio del Juzgado correspondiente según la zona; si todo sale bien, se fijará una cita para su realización, y finalmente se dejará constancia del trámite en un acta descriptiva.
