El húmero es el hueso largo entre el hombro y el codo.
El término diáfisis proviene de diáphysis, un vocablo de la lengua griega. Así se denomina al sector medio de un hueso largo.
TemasEntre los extremos
Mientras el sujeto está en crecimiento, existen cartílagos que separan a la diáfisis de las epífisis (los extremos del hueso). Por lo tanto, en una primera etapa hay una región cartilaginosa que establece el distanciamiento entre las epífisis y la diáfisis.
Esa zona, a medida que el cuerpo se va desarrollando, comienza a osificarse de forma progresiva. En este proceso el hueso se extiende hasta alcanzar su máxima longitud.
Puede decirse, en definitiva, que la diáfisis se encuentra entre los extremos del hueso largo. A la sección donde la diáfisis se une con cada epífisis se la conoce como metáfisis.
La forma de la diáfisis es cilíndrica. El peroné, la tibia, el fémur y el húmero son algunos de los huesos largos del ser humano, los cuales tienen diáfisis. Mientras que la diáfisis en su interior alberga médula ósea amarilla, las epífisis cuentan con médula ósea roja.
Peroné
Otro nombre por el que se conoce el peroné es fíbula. Se trata de un hueso largo que se encuentra en el sector inferior y externo de la pierna. Su forma es prismática circular, tiene tres caras y tres bordes. Es asimétrico y par. Su articulación tiene lugar con otros dos huesos: la tibia y el astrágalo. Con el primero lo hace por dentro, a través de una articulación de tipo artrodias y dando lugar a la denominada pinza tibioperonea; con el segundo, en cambio, lo hace por abajo, en la articulación que se llama tibioperoneoastragalina.
Tibia
El segundo hueso largo que mencionamos entre los que exhiben diáfisis es la tibia, cuya forma es prismática triangular y se encuentra en la parte anterior de la pierna. Tiene dos curvaturas opuestas, una hacia fuera y otra, hacia dentro; ambas son cóncavas. Su epífisis proximal permite que la rodilla se articule gracias a su vínculo con el fémur; la distal articula el tobillo junto con el peroné.
Fémur
Este hueso largo es el del muslo del ser humano, el segundo segmento de la extremidad de la pelvis, que se halla entre la cintura y la pierna. Destaca de esta lista por ser el más extenso, voluminoso y resistente de todo el cuerpo, no sólo de nuestra especie sino de casi todos los mamíferos. Los músculos que se relacionan con él son el bíceps femoral, el cuádriceps, el semimembranoso y el semitendinoso. Su extensión media supera ligeramente la cuarta parte de la altura del individuo. Gracias a este dato, los antropólogos pueden estimar la estatura de un cuerpo incompleto.
Húmero
Se sitúa en la parte superior del clado de animales llamado Tetrapoda, que en pocas palabras describe la presencia de cuatro extremidades. En nuestro caso particular, lo encontramos en el brazo, entre el hombro y el codo. De hecho, en su etimología encontramos el término latino umerus, que puede traducirse literalmente como «brazo».
En la cara posterior de su diáfisis encontramos un canal oblicuo por el que pasan la arteria braquial profunda y el nervio radial común. También están el borde medial y el lateral, en los cuales podemos observar la porción distal de las crestas supracondíelas medial y lateral, respectivamente.
El fémur es el hueso largo del muslo.
Diafisitis
Cuando se registra una inflamación de la diáfisis, se produce una diafisitis. Este trastorno suele deberse a una infección. La diafisitis tuberculosa, por ejemplo, es causada por la tuberculosis (que es una infección bacteriana).
Diafisectomía
Al procedimiento médico que consiste en extraer un tramo de la diáfisis se lo denomina diafisectomía. Esta técnica implica extirpar, a través de una intervención quirúrgica, una parte de la diáfisis como parte del tratamiento de una enfermedad. Un cáncer óseo, en este marco, puede derivar en el desarrollo de una diafisectomía.
