Estudiar diseño de interiores proporciona herramientas para la planificación, el desarrollo y la ambientación de espacios que resulten seguros, estéticos y funcionales.
Diseño de interiores es el nombre de una disciplina que trasciende los lineamientos, criterios y bases de la decoración de interiores ya que prioriza la eficiencia, la comodidad, la seguridad y la funcionalidad de los ambientes sin descuidar su estética.
Quienes eligen y completan esta carrera tienen un amplio y diverso campo laboral para aplicar sus conocimientos. La persona instruida en diseño de interiores dispone de saberes y herramientas para ornamentar espacios de modo personalizado respetando el estilo o las pautas que solicite el cliente. Cuenta con la capacidad para ocuparse del interiorismo gracias a la elaboración y distribución de mobiliario y accesorios de decoración básicos.
Según se desprende de la realidad, un/a diseñador/a de interiores puede asumir la preparación de un stand destinado a exposiciones o de una instalación espacial que se lucirá en un shopping, por ejemplo. También realiza tareas orientadas, entre otras posibilidades, a la renovación de interiores en propiedades residenciales y a la planificación de espacios si se trata de un proyecto de diseño de oficinas o de establecimientos comerciales.
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ResumenElementos clave del diseño de interiores
Al dedicarse al diseño de interiores hay una serie de elementos clave y principios básicos que deben tenerse en cuenta.
Es indispensable perseguir, en primer término, la armonía y el equilibrio. Tampoco hay que restarle valor al contraste si se buscan resultados atractivos a nivel visual apelando a ambientes bien organizados que generen el impacto deseado y se conciban como una unidad.
Es imprescindible, asimismo, estar al tanto de tendencias de diseño y dominar la teoría y psicología del color. La colorimetría es determinante para la sensación que se pretende formar desde un cierto sitio. Las texturas, los materiales de construcción, la iluminación, la acústica interior, la adecuada integración de tecnologías y la ergonomía son otros de los factores que marcan la diferencia entre un excelente plan de diseño de interiores y proyectos deslucidos o poco profesionales.
La decoración de interiores complementa al diseño de interiores a partir de la estética y la ornamentación de espacios que se transforman gracias a la labor de los diseñadores.
Etapas
El diseño de interiores atraviesa múltiples etapas, a las cuales haremos alusión en los párrafos siguientes.
El proyecto se empieza con una fase de planificación y un trabajo de diseño conceptual. En estas instancias se evalúan las necesidades y pretensiones de cada cliente, se les da forma a los objetivos y se trazan las proyecciones presupuestarias.
Llega luego el momento del diseño esquemático, marco en el cual se vuelca en un diagrama la planificación espacial primitiva. En esta fase se contemplan especificaciones que influyen en el presupuesto (si se quiere pisos de madera o de cerámica, iluminación LED o lámparas colgantes, techos decorativos, cocinas modernas, etc) y, tras ajustar parámetros y hacer aproximaciones o revisiones, se presenta el proyecto ante el cliente para que éste apruebe la idea y firme, por lo tanto, un concepto único que habilite a desarrollar el esquema en profundidad.
A continuación se lleva a cabo una elaboración extra del plano de planta y se van seleccionando diseños y elementos/artefactos para cada ambiente previsto. Hay todavía en este lapso tiempo para pedir modificaciones.
La documentación y la firma del contrato se produce tras un estudio pormenorizado de los planos y las descripciones en materia de plomería, sistema eléctrico y detalles mecánicos. Cuando todo está aceptado y bajo control se da comienzo a las obras para plasmar el proyecto de diseño de interiores.
Las plantas interiores, los espejos, los cuadros y obras de arte son algunos de los productos que potencian la belleza de un ambiente.
Estilos de diseño de interiores
Se reconocen muchos estilos vinculados al diseño de interiores. Cada uno de ellos posee rasgos distintivos, por eso es interesante conocerlos y aprender a diferenciarlos a fin de seleccionar el que más se adapte a las preferencias y posibilidades individuales.
Aquellos que tienen una filosofía de vida conectada con el respeto por el medioambiente, por ejemplo, priorizan los esquemas de decoración y remodelación centrados en el diseño sostenible. En este contexto se posa la mirada en el impacto ambiental provocado y en la eficiencia energética, además de priorizar el uso de materiales ecológicos.
En los últimos tiempos, por sumar otra referencia, ha crecido notoriamente el diseño inclusivo y las obras orientadas a garantizar la accesibilidad universal.
Resulta enriquecedor señalar que nunca pasa de moda el diseño de interiores clásico. Es el estilo preferido de la gente más conservadora. Se caracteriza por la búsqueda de la elegancia mediante mobiliarios antiguos y tonalidades cromáticas de la gama del blanco, permitiéndose el contraste con pinceladas de amarillo, verde o gris azulado.
El sello de identidad del estilo barroco, en cambio, es el exceso de decoración, priorizándose las ambientaciones recargadas con productos bellos y lujosos sin importar si son prácticos o no.
El listado de alternativas se extiende, asimismo, con propuestas para un interiorismo de estilo victoriano, un diseño vintage, proyectos de diseño industrial y para un plan de diseño de interiores de estilo Art Deco, por compartir más precisiones.
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