La disgrafía afecta la coordinación de los músculos de la mano y del brazo.
La disgrafía es una dificultad para coordinar los músculos de la mano y del brazo, en niños que son normales desde el punto de vista intelectual y que no sufren deficiencias neurológicas severas. Esta dificultad impide dominar y dirigir el lápiz para escribir de forma legible y ordenada.
La escritura disgráfica suele ser parcialmente legible, ya que la letra del estudiante puede resultar muy pequeña o muy grande, con trazos mal formados. El disgráfico no puede respetar la línea del renglón ni los tamaños relativos de las letras, ya que presenta rigidez en la mano y en su postura. Incluso hay veces en que escribe en sentido inverso, de derecha a izquierda.
Por otra parte, los disgráficos no pueden escribir a velocidad normal. Por eso, los especialistas recomiendan no presionar a los niños afectados exigiéndoles mayor prisa.
ificultad para coordinar los músculos de la mano y del brazo
TemasAnálisis de la disgrafía
El concepto de disgrafía puede analizarse desde dos contextos: el neurológico (cuando el trastorno se debe a un déficit de este tipo) y el funcional (el trastorno no responde a lesiones cerebrales o a problemas sensoriales).
La detección, diagnóstico y tratamiento de la disgrafía requiere de una intervención especializada, con instrumentos de evaluación que permitan establecer un cuadro clínico claro y preciso. Cuando los padres o el maestro advierten que el proceso de aprendizaje de la escritura presenta alteraciones, deben acudir a un especialista para establecer el diagnóstico adecuado.
Signos a considerar
Se recomienda que la terapia correctiva comience lo antes posible, ya que los niños con disgrafía sufren en clase al no poder presentar los trabajos en forma correcta y prolija. Para estar preparados ante un caso de disgrafía que aún no haya sido detectado, debemos tener bien presentes los diferentes signos que pueden manifestarse, algunos de los cuales se listan a continuación:
la escritura toma mucho más tiempo que al resto de los alumnos, además de resultar considerablemente más trabajosa. Parte del esfuerzo extra se debe a una gran dificultad para controlar la presión del instrumento de escritura;
- Se aprecia un exceso de rigidez o de laxitud en los movimientos durante el uso del lápiz;
- Ausencia total de uniformidad en los trazos, con una variación constante. Si bien por lo general el resultado es legible, hay casos de excesiva elaboración en las letras al punto de que resulte muy difícil entenderlas;
- Una misma letra o una misma palabra pueden tener tamaños diferentes incluso dentro de una oración o párrafo;
- Dificultad para la organización de las letras a la hora de escribir una palabra o una frase;
- La postura durante el proceso de escritura es incorrecta, con el tronco demasiado próximo a la mesa o una inclinación anómala hacia adelante.
La corrección de la disgrafía requiere del desarrollo de una terapia.
Consecuencias de la disgrafía
No debemos subestimar la magnitud del impacto que estas dificultades pueden tener en el paso de un niño por la escuela. Estamos ante un obstáculo que impide el desarrollo normal de la escritura, una de las herramientas más valiosas que nos brindan para comunicarnos con el resto de las personas, para estudiar, trabajar e incluso para consumir productos del ámbito del entretenimiento.
Si no se trata a tiempo, peligra tanto el desarrollo intelectual como el emocional, siendo la autoestima uno de los blancos fáciles. Lamentablemente, los niños pueden llegar a ser muy crueles frente a situaciones como ésta, por lo cual un paciente de disgrafía suele aislarse de sus compañeros para evitar que lo hieran.
La dislexia
El concepto de dislexia se confunde a menudo con el de disgrafía, dado que ambos representan una dificultad en el aprendizaje. Sin embargo, existen claras diferencias, en especial si resaltamos que la disgrafía afecta sobre todo la escritura mientras que la dislexia, la lectura.
Otros de los problemas que acarrea esta última son dificultades para hablar, para deletrear, para distinguir ciertos sonidos y asociarlos con las letras o bien combinarlos para armar palabras.
