
El riesgo operativo de una entidad puede conocerse a través de la due diligence.
Due diligence es una expresión de la lengua inglesa que se traduce como «diligencia debida». La noción alude a una auditoría externa que permite adquirir un conocimiento integral sobre la situación de una empresa.
La due diligence se lleva a cabo antes de una inyección de capital, una adquisición o una fusión. La información aportada por los auditores resulta de utilidad para los posibles compradores o inversores ya que pueden realizar una evaluación de riesgos.


Sus características
Es importante indicar que la due diligence es impulsada por quien tiene interés en invertir en la compañía o planea adquirirla. El proceso se ejecuta con el consentimiento y la colaboración del vendedor.
Debe considerarse, no obstante, que los propios dueños de la firma pueden tomar la decisión de realizar este tipo de auditoría a modo de preparación de una venta. La duración de la due diligence es variable, pudiéndose extender durante varios meses.
La transparencia es clave en estos procedimientos. Una de las finalidades es revelar eventuales pasivos ocultos: en este marco, desde la empresa auditada no debe ser posible que se tergiversen o se escondan datos.
Lo habitual es que la due diligence se inicie luego de una oferta no vinculante y de la firma de una carta de intenciones. Para avanzar con la operación, se lleva adelante la due diligence que permite desde conocer el estado financiero de la entidad hasta sus recursos humanos, pasando por sus activos tecnológicos, su estatus legal y su situación fiscal. El resultado de la auditoría puede derivar en la concreción de la operación o, por el contrario, en la cancelación del acuerdo.

La due diligence suele incluir un análisis legal y la verificación de activos de la compañía.
Tipos de due diligence
Si bien el concepto de due diligence hace referencia a una verificación de antecedentes que resulta integral ya que abarca múltiples aspectos, es habitual que el proceso sea clasificado según su principal foco de interés o si se orienta a alguna cuestión en particular.
En este sentido, puede hablarse de due diligence financiera para mencionar el análisis de activos, el patrimonio y las cuentas de la compañía. Si el estudio se centra en el vínculo entre la firma y sus proveedores y clientes, considerando también la logística y la atención posventa, se habla de due diligence comercial.
La due diligence laboral se orienta a los recursos humanos, mientra que la due diligence fiscal inspecciona los aspectos impositivos. La due diligence legal, por su parte, examina elementos que tienen que ver con el cumplimiento normativo.
Otro tipo de due diligence es la medioambiental, que supervisa el impacto de las actividades de la empresa para una auditoría ambiental. También existe la due diligence de gestión, que evalúa la toma de decisiones y la dirección de la entidad.

Una due diligence contribuye a verificar el cumplimiento normativo (compliance) de una empresa.
Paso a paso
Como ya indicamos, la due diligence suele ser pedida por quienes pretenden comprar una empresa o invertir en ella. La investigación empresarial permite hacer una evaluación legal para determinar el cumplimiento de regulaciones y normas, una revisión de estados financieros y una verificación de antecedentes laborales, por ejemplo.
El primer paso consiste en la planificación de las tareas a realizar. Es importante organizar qué medidas se aplicarán para avanzar con la auditoría financiera, la revisión de contratos y el resto de las tareas. Hay que tener en cuenta que los responsables de la empresa auditada deben prestar colaboración y favorecer los procedimientos.
Una vez que está acordado cómo se ejecutará el trabajo se inicia la investigación en sí misma. La labor demanda una comunicación fluida entre los auditores y los directivos de la compañía.
La finalidad de la due diligence es aportar datos sobre riesgos y oportunidades, permitiéndoles a los inversores o compradores tomar conocimiento de múltiples detalles a través del informe de auditoría. Como ya indicamos, las actividades pueden extenderse varios meses.
La due diligence exige la revisión de una gran variedad de documentos de distinta índole. Por eso el equipo de auditores suele ser multidisciplinario, con la intervención de contadores, abogados y otros profesionales.
Importancia de la due diligence
La relevancia de la due diligence es notoria en los procesos de fusiones y adquisiciones (M&A) y en los desembolsos de capital. La misión es que el relevamiento permita a los compradores e inversores tomar una decisión en base a información confiable y contrastada.
En este marco, la due diligence ayuda a reducir los riesgos, tanto financieros como operativos, legales y de otro tipo. La investigación indica qué variables pueden atentar contra el valor de la compañía, por mencionar un caso. Con esos datos, se pueden renegociar las cifras de la operación o prever cuánto dinero habrá que destinar al desarrollo de estrategias para superar los inconvenientes.
Justamente el valor de la empresa puede ser determinado con precisión a partir de la due diligence. Las conclusiones del análisis sirven para saber si el precio acordado en una primera instancia es justo o no.
Otro punto importante de la due diligence es que ayuda al comprador o inversor a saber si la entidad cumple con las normas. La evaluación legal posibilita determinar el riesgo reputacional.
No puede dejar de mencionarse que, en el caso de las fusiones, la due diligence supone un aporte a la comprensión de las sinergias entre las compañías. Identificar estos factores lleva a que el plan de integración pueda desarrollarse de la mejor forma posible.