Para descubrir el origen etimológico del término duende, hay que saber que son varias las teorías que existen al respecto. Así, hay una que viene a indicar que deriva de la raíz indogermánica “dend”, que se usa para referirse a lo que está relacionado con la casa. Mientras, hay otra que viene a establecer que emana del castellano antiguo, concretamente de “duen de casa”, que es sinónimo de “dueño de una casa”.
Un duende es un ser fantástico que aparece en la mitología de numerosas culturas. Por lo general se trata de una criatura con apariencia humanoide, aunque de menor tamaño que el promedio de las personas adultas.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), los duendes son espíritus que toman la figura de niños o ancianos y provocan diversos trastornos en los lugares donde habitan. Los duendes, según las leyendas populares, tienen la capacidad de encantar o hechizar las casas y los bosques.
Es habitual que los duendes sean presentados como humanoides que miden menos de un metro de altura, tienen las orejas puntiagudas y suelen ser bromistas. Otra característica de los duendes es que logran escabullirse con facilidad, por eso resulta muy complicado verlos y atraparlos.
En cuanto a su condición moral, el folclore alude a duendes buenos que ayudan a las personas y a duendes maliciosos que les causan problemas. Estos inconvenientes provocados por los duendes, de todos modos, no suelen ser graves.
Existen muchos tipos de duendes según cada cultura. Entre los más conocidos aparecen los gnomos, asociados al mundo subterráneo, las minas, los bosques y los jardines. Estos duendes lucen grandes gorros de color rojo. El leprechaun, por su parte, es un duende irlandés que viste de verde y custodia calderos llenos de monedas de oro.
Las figuras de los duendes han dado mucho juego tanto en la literatura como en el cine. Buena muestra de eso es que hay numerosas películas con esos seres mágicos como protagonistas. Este sería el caso, por ejemplo, de “Leprechaun. La noche del duende”, que se estrenó en el año 1993, o “El duende y yo” (1961).
Los duendes navideños, por otro lado, son pequeños seres que ayudan a Santa Claus o Papá Noel. Se trata de duendes que fabrican los juguetes y los obsequios que luego reparte Santa Claus entre los niños en Navidad.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de un grupo musical español, concretamente de Córdoba, que responde al nombre “El duende callejero”. Entre sus canciones más conocidas están “Nuestro techo de cristal” o “Barre las penas”.
Por supuesto, no podemos pasar por alto que también hay una expresión que utiliza el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo a la que dice “tener duende”. La misma se emplea, sobre todo en el ámbito del flamenco, para indicar que una persona, ya sea bailando, cantando o tocando un instrumento, tiene un sensibilidad especial, una capacidad de expresión elevada o un alma artística diferente que le hace única.