En el latín es donde podemos encontrar el origen etimológico del término emanar que ahora nos ocupa. En concreto, procede del verbo “emanare”, que puede traducirse como “fluir” o “emanar” y que es fruto de la unión de dos componentes:
-El prefijo “e-” o “ex-”, que significa “de” o “desde”.
-El verbo “manare”, que es sinónimo de “manar”.
Qué es emanar
El verbo emanar alude a derivar o desprenderse de algo. El término suele utilizarse respecto a los elementos volátiles que surgen de un cuerpo o material (es decir, que emanan de él).
Por ejemplo: “Ese camión que avanza por el otro carril no deja de emanar un humo negro: seguramente tiene alguna falla en el motor”, “Te lo aseguro: cuando comience a emanar un aroma muy dulce del pastel que se está horneando, querrás degustarlo sin perder tiempo”, “De la boca del herido no dejaba de emanar sangre”.
Los olores
La idea de emanar se emplea con referencia a los olores que proceden de una determinada fuente. Las flores, por citar un caso, emanan fragancias para atraer a los polinizadores.
De la comida también es habitual que emanen aromas. Los olores, por supuesto, pueden ser desagradables, como aquellos que emanan de los residuos.
Emanar como sinónimo de transmitir o de originar
Emanar también puede vincularse a algo que transmite un individuo, incluso sin darse cuenta o de manera natural. Un hombre puede emanar alegría cuando se encuentra feliz y desarrolla una actitud positiva. De una persona también puede emanar falsedad si es fácil advertir en ella su hipocresía.
Otro uso del verbo está dado por lo que nace y se desarrolla a partir de un origen. Si un periodista informa que una propuesta emanó de un partido político, quiere decir que la iniciativa fue creada por la agrupación en cuestión. De una asamblea, por otra parte, pueden emanar decisiones, así como emanan sanciones de un órgano disciplinario.
Entre los numerosos sinónimos que existen de la palabra emanar nos encontramos con emitir, proceder, dimanar, originarse, nacer o engendrarse, por ejemplo. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con algunos tales como contener, retener, absorber…
El concepto en el derecho y en la política
Además también se utilizar este término dentro del ámbito del derecho y de la política. Así, podemos establecer, por ejemplo, que la justicia se establece en la Constitución Española de 1978 que emana del pueblo y que es administrada por los jueces en nombre del Rey. En concreto, eso es algo que aparece recogido en el Título VI de la mencionada Carta Magna, titulado “Del Poder Judicial”, y más en concreto en el artículo 117.
De la misma manera, hay que establecer que se considera que el poder del Estado también emana del pueblo. Pero no solo eso, también se viene a establecer que quienes lo ejercen tendrán que cumplir esa función no solo con las responsabilidades que vengan establecidas tanto por las leyes como por la Constitución sino también con las limitaciones que esas mismas impongan.