La equidad es la igualdad de ánimo. El concepto, que proviene del latín aequĭtas, se utiliza para mencionar nociones de justicia e igualdad social con valoración de la individualidad. La equidad representa un equilibrio entre la justicia natural y la ley positiva.
La tendencia a juzgar con imparcialidad y haciendo uso de la razón también se conoce como equidad. Esta disposición del ánimo se propone a otorgar a cada sujeto lo que se merece.
De la misma forma, también se hace uso del término equidad para referirse a la moderación tanto en las condiciones de los contratos de diversa tipología como en el precio que tienen todas las mercancías en el mercado.
Importancia de la equidad
La equidad debe alcanzarse en diversos ámbitos de la vida. En el aspecto económico o financiero, se conoce como equidad a la distribución justa de la riqueza entre los miembros de una sociedad, a la moderación en los precios y a la justicia en los términos de un contrato.
Por ejemplo: si una empresa se encuentra en una situación monopólica, tendrá la capacidad de fijar los precios de sus productos o servicios a su antojo. El gobierno, por su parte, deberá establecer las condiciones necesarias para que la actividad comercial se realice con equidad.
Es importante subrayar además que en el ámbito de la religión también es frecuente hacer utilización del concepto que nos ocupa. En concreto, dentro del derecho canónigo de la Iglesia católica se establece el principio de equidad para referirse a la aplicación de una ley con el objetivo de que una persona pueda salvar su alma de manera eterna.
Igualdad de oportunidades
Muchas veces la idea de equidad se asocia a la igualdad de oportunidades. Esto implica que las personas cuenten con idénticas posibilidades de progreso y dispongan de los mismos derechos.
Sin equidad social, la inclusión no es posible. Si hay niños que tiene cubiertas todas sus necesidades básicas en cuanto a la alimentación, el cuidado de la salud, el acceso a la educación, etc., y otros que viven en la extrema pobreza, es evidente que los segundos no tienen las mismas chances de desarrollo que los primeros.
No importan el talento, el esfuerzo ni el mérito: los niños pobres parten de una situación muy desfavorable. En este marco, es indispensable que el Estado intervenga con asistencia o ayuda de distinta índole para paliar esa injusticia y favorecer la equidad.
En este punto es interesante señalar las diferencias entre la igualdad y la equidad. La igualdad supone darles lo mismo a todas las personas; la equidad, en cambio, tiene en cuenta las distintas circunstancias y los diferentes puntos de partida para la asignación de recursos y oportunidades.
Supongamos que el Estado otorga un subsidio de $1.000 a cada hogar para reducir la tarifa del servicio eléctrico. Se trata de una medida que apunta a la igualdad (todos reciben lo mismo). Dado que ese subsidio lo reciben tanto los ciudadanos de clase alta como los más pobres, no hay equidad: los ricos no necesitan ese subsidio para pagar la electricidad, mientras que las personas de clase baja sí requieren esa ayuda (y probablemente incluso necesiten un monto superior).
Equidad de género
La equidad de género, por otra parte, defiende la igualdad del hombre y la mujer en el uso y control de los bienes y servicios de una sociedad. Esto supone que las mujeres deben recibir la misma remuneración que los hombres por igual tarea. También implica que ambos sexos deben tener poder para la toma de decisiones.
Si un hombre y una mujer se desempeñan en cargos ejecutivos dentro de una empresa, con idénticas responsabilidad y horas de trabajo, ambos tendrán que ganar el mismo sueldo para que exista la equidad de género.
Organizaciones que llevan el término en su denominación
Tendríamos que destacar, asimismo, la existencia de la organización feminista Equidad de Género, que aboga por la familia, la ciudadanía y el trabajo. En la década de los años 90 fue cuando se puso en marcha esta entidad que tiene como misión conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
No podemos olvidar tampoco la existencia de la Fundación Compañía Social Equidad, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivos fundamentales no sólo el proteger nuestro entorno natural sino también el acometer todo tipo de proyectos e iniciativas para lograr que todo el mundo pueda tener acceso a la tecnología, y concretamente, a Internet.
Ejemplos de equidad
Supongamos que, en una escuela, cada alumno tiene acceso a una computadora (ordenador) para aprender informática. En dicho conjunto de estudiantes hay un niño no vidente. Como los equipos no están adaptados para personas con discapacidad visual, el pequeño no puede tomar las clases. En este caso, hay igualdad en la asignación de los recursos pero no existe la equidad. Dicha equidad se consigue cuando la computadora es preparada para su uso por parte de personas ciegas, permitiéndole al alumno recibir la misma formación que sus compañeros.
Pensemos en un hombre y una mujer que se desempeñan como gerentes en una compañía multinacional. Ambos trabajan ocho horas diarias, con las mismas responsabilidades y obligaciones. Además cuentan con formación y experiencia similares. No obstante, el hombre gana un 25% que la mujer por realizar las mismas tareas. Para que haya equidad, los dos deberían obtener los mismos ingresos.