Para poder conocer el significado del término estetoscopio vamos a proceder, en primer lugar, a descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos determinar que se trata de una palabra que deriva del griego, ya que es fruto de la suma de dos componentes léxicos bien diferenciados de dicha lengua:
-El sustantivo «stêthos», que puede traducirse como «pecho».
-El verbo «skopein», que es sinónimo de «observar».
Así se denomina a un instrumento utilizado por los médicos para amplificar los sonidos que se producen en el pecho y en otros sectores del cuerpo, pudiendo de este modo escucharlos sin deformaciones y así examinarlos.
Este dispositivo acústico permite escuchar los sonidos interiores del organismo y desarrollar una auscultación que permite detectar anormalidades. Por eso los estetoscopios son importantes en distintas especialidades de la medicina, como la cardiología, la fonoaudiología y la kinesiología, entre otras.
De la misma manera, es interesante descubrir que este instrumento fue inventado por un médico francés llamado René Laënnec (1781 – 1826). Según se rumorea siempre «escuchaba» el pecho a sus pacientes pegando su oído a ese, pero un día tuvo una joven paciente de senos muy prominentes y seguir ese mismo procedimiento no solo le resultaba incómodo y poco práctico sino también un poco «violento».
Por ese motivo lo que se le ocurrió hacer fue utilizar un pequeño cartón redondo que tenía a mano y a partir de esa acción decidió inventar lo que hoy se conoce como un estetoscopio.
El uso más habitual del estetoscopio está vinculado a la necesidad de oír con claridad los ruidos respiratorios o cardíacos. El profesional introduce los auriculares (las olivas) del aparato en sus oídos y apoya la campana o el diafragma sobre el cuerpo del paciente: el sonido se transmite a través de los tubos de goma que vinculan las distintas partes del instrumento.
La campana es una membrana que vibra y permite transmitir sonidos de baja frecuencia, con longitudes de onda largas. Al hacer una presión más firme, la membrana se moviliza, entra en contacto un anillo y su vibración se minimiza o bloquea, activando el modo diafragma que posibilita escuchar sonidos de alta frecuencia (longitudes de ondas cortas).
Con el estetoscopio es posible detectar soplos cardíacos, sibilancias pulmonares y ruidos peristálticos, por ejemplo. El aparato además ayuda a obtener información sobre la presión arterial.
Cabe destacar que también existen los estetoscopios electrónicos, que llevan baterías, son más sensibles y responden mejor a las distintas frecuencias, contando incluso con control de volumen.
Asimismo, no podemos pasar por alto la existencia de otros tipos de estetoscopios, entre los que destacan el de Pinard, que se usa para oír los tonos cardíacos del feto y que destaca porque es muy bueno en cuanto a acústica, y el Doppler. Este último podemos establecer que es apropiado para, entre otras cosas, escuchar desde lo que son flujos sanguíneos en el corazón de cualquier persona hasta los movimientos llamados valvulares.