La noción de estocada se utiliza para nombrar al ataque realizado con la punta de un estoque (un tipo de espada). Por extensión, se denomina estocada al golpe que se concreta con el extremo de cualquier arma blanca u objeto puntiagudo.
Por ejemplo: “El delincuente le dio una estocada en el abdomen a la víctima, que se encuentra hospitalizada”, “La estocada en el pecho le provocó un sangrado profuso”, “Un preso perdió la vida en la cárcel de San Mateo al recibir una estocada mortal”.
La idea de estocada también se utiliza para nombrar a la herida que produce una agresión como las ya mencionadas: “El médico me dijo que debo controlar la estocada todos los días para confirmar que no se infecte”, “La estocada le dejó una cicatriz de cuatro centímetros en la espalda”, “¡Ese joven necesita atención urgente! Tiene una estocada en la panza que no deja de sangrar”.
En el terreno de la esgrima, la estocada es el ataque que realizan los esgrimistas, tratando de tocar al rival con el florete, la espada o el sable. Se llama estocada de puño cuando la estocada se aplica con un movimiento del brazo, sin desplazar el cuerpo.
La estocada además aparece en el ámbito de la tauromaquia cuando el torero remata al toro clavándole el estoque. Se trata, por lo tanto, del golpe final que recibe el animal y le provoca la muerte.
Como suele ocurrir con muchos otros vocablos de nuestra lengua, las acepciones de estocada son variadas y no todas responden a fenómenos físicos, como ser un golpe, sino que también puede ser entendido en sentido figurado. En el lenguaje coloquial, por ejemplo, se le dice estocada al hecho, la situación o la acción que permite dar algo por terminado o cerrado.
Veamos algunas oraciones en las cuales el término estocada no debe entenderse en sentido literal, sino que hace referencia a una situación difícil y terminante: “La nueva derrota del equipo fue la estocada que terminó con sus aspiraciones en el campeonato”, “La creación de una asamblea constituyente es una estocada al régimen democrático”.
En el ámbito de la gimnasia, la palabra estocada se usa para hacer referencia a un ejercicio que sirve para fortalecer varias partes del cuerpo, como ser los glúteos, las pantorrillas, los cuádriceps, el tronco y los isquiotibiales. Su procedimiento es fácil, no acarrea riesgos importantes y ofrece resultados en el corto plazo.
Para hacer estocadas debemos comenzar por ponernos de pie, bien erguidos, separando los pies hasta que coincidan con los extremos de las caderas y dejando los hombros relajados. Al mismo tiempo, es importante que la columna se encuentre recta a lo largo de todo el ejercicio, para lo cual podemos ayudarnos por medio de flexiones de los músculos abdominales.
Partiendo de esta posición, debemos levantar un pie y moverlo hacia el frente mientras flexionamos la rodilla, como si estuviésemos caminando. Al apoyarlo de nuevo en el suelo, debemos comenzar por el talón e inclinar el cuerpo hasta que la rodilla de la otra pierna toque el piso. Al llegar a esta posición, es importante recordar que la espalda no debe encorvarse; además, la rodilla del pie con el que hemos avanzado no debe terminar delante de él, sino que debe formar con el talón una recta perpendicular al suelo.
Éste es el punto en el cual el ejercicio vuelve al comienzo para dar lugar a las repeticiones. Para ello es necesario impulsarse hacia arriba y atrás con el pie que hemos adelantado, y llevar el cuerpo a la posición inicial, intentando mantener el equilibrio. Se recomienda hacer la misma cantidad de movimientos con cada lado por sesión.
