El vocablo griego stratēgós, que alude a un «general» de las fuerzas armadas, es el antecedente etimológico más lejano del término estratagema. El concepto refiere a una artimaña o una treta que se emplea en el marco de un conflicto bélico para lograr una ventaja.
Ámbito bélico
La estratagema lleva a un bando a alcanzar una situación favorable respecto al enemigo. Cada estratagema depende de múltiples factores y su aplicación es válida en un contexto determinado: esto quiere decir que no hay estratagemas de uso universal o invariable.
Aunque las características de las estratagemas están vinculadas al ingenio y a la creatividad de los altos mandos militares, su puesta en práctica se encuentra limitada por el derecho de guerra. Las estratagemas no pueden resultar contrarias a las normas que definen el marco jurídico de la beligerancia.
Un ardid con astucia
Más allá del terreno militar, el concepto de estratagema se utiliza para aludir a un ardid que se implementa con astucia. Quien recurre a una estratagema lo hace con la intención de engañar o confundir para obtener un beneficio, o buscando una vía alternativa para alcanzar un objetivo imposible de cumplir de otro modo.
Supongamos que el alcalde de un municipio cuenta con una imagen muy positiva entre los votantes. Este hombre no tiene intención de abandonar su cargo, pero a su vez quiere aprovechar esa popularidad a favor de su partido político. Por eso, ante la inminencia de elecciones legislativas, apela a una estratagema: pide licencia como alcalde y encabeza la lista a concejal, sabiendo que, si es elegido, no asumirá ya que volverá a su puesto como jefe comunal. De este modo, contribuye a que su partido obtenga más bancas sin resignar su posición.
Las Treinta y Seis Estratagemas
Éste es el título de un libro de origen chino en el cual encontramos un legado relacionado con las estratagemas para obtener una ventaja en un conflicto bélico. Se trata de una obra de una riqueza incomparable que refleja la mentalidad de este pueblo, que siempre se ha basado en evitar la lucha para obtener la victoria. No se sabe con precisión quién fue su autor, ni tampoco el punto de la historia en el que se publicó, pero sí que estas estratagemas han sido usadas en repetidas ocasiones a lo largo de la historia de China.
Comencemos por la estratagema que se titula Oscurecer el cielo para cruzar el mar. En pocas palabras, consiste en repetir ciertos movimientos en falso para confundir al enemigo. El objetivo es que su nivel de atención decaiga progresivamente hasta que baje la guardia por completo, y entonces sea efectivo atacarlo. Luego podemos mencionar Matar con un cuchillo prestado, que se basa en aprovechar el trabajo de un tercero para atacar. Es adecuada para situaciones poco favorables tales como la falta de fuerza o bien la sospecha de que nuestros aliados están vendiendo información.
Otra de las muchas estratagemas interesantes de este libro se titula Esperar tranquilo la extenuación, que se centra en reservar las energías hasta que sea realmente necesario atacar, mientras conseguimos que el oponente se agote. En términos más precisos, la idea es que las propias tropas estén bien descansadas pero que las contrarias estén exhaustas. Esto se puede lograr llegando antes que el enemigo al campo de batalla, para reponerse del viaje y estar como nuevos cuando comience el enfrentamiento.
El libro concluye con una estratagema muy significativa para la cultura china respecto a la guerra: Si todo lo demás falla, retirarse. Para este pueblo la muerte en el campo de batalla sólo se justifica en ciertos casos muy específicos, pero en general prefieren evitar la derrota y reservar sus fuerzas para el futuro.