Hasta el latín tenemos que retrotraernos para poder encontrar el origen etimológico de la palabra estupidez. Así, al hacerlo descubrimos que es fruto de la suma del término «stupidus», que puede traducirse como «aturdido», y el sufijo «-ez», que se usa para expresar una cualidad.
Una estupidez es algo dicho o hecho propio de un estúpido. Este término (estúpido), por su parte, hace referencia a aquel falto de inteligencia, torpe o necio. Puede decirse, por lo tanto, que una estupidez es una tontería o algo que no tiene lógica.
Por ejemplo: «La explicación que dio el canciller fue una estupidez que no se creería ni mi hijo de ocho años», «Conducir a más de 100 kilómetros por hora en medio de una ciudad es una estupidez que pone en riesgo la vida de mucha gente», «Hay personas que creen en las cábalas y los amuletos, pero para mí no son más que estupideces».
Un término agresivo o despectivo
La noción de estupidez suele tener una connotación despectiva o agresiva. Es decir: no suele utilizarse como calificación de la conducta o de los dichos propios de la persona que realmente tiene poco inteligencia por una deficiencia mental.
Una persona puede hacer notar la estupidez de otra cuando ésta comete un error o muestra torpeza. Imaginemos que, en medio de una cena, una copa con vino cae al piso, derramando su contenido. Un hombre decide limpiar la mancha, utilizando el abrigo de su mujer para absorber el vino. Su esposa, por lo tanto, lo acusa de estar haciendo una estupidez ya que lo lógico hubiese sido usar un paño o trapo para dicha tarea.
La Teoría de la Estupidez
Es curioso resaltar que existe incluso una teoría acerca del término que estamos abordando. El historiador italiano Carlo Maria Cipolla (1922 – 2000) fue, en concreto, la personalidad que desarrolló lo que se conoce como Teoría de la Estupidez. En el año 1988 fue cuando presentó este conjunto de ideas acerca de esa «cualidad» que tienen algunos humanos.
En ese sentido viene a dejar patente que los estúpidos forman un grupo de los cuatro que existen a nivel mundial. Así, estarían aquellos además de los inteligentes, los desgraciados y los malvados.
A través de un panfleto titulado «Allegro ma non tropo» fue como presentó la teoría, en la que establece, entre otras muchas cosas, que es enorme el grupo de estúpidos que hay en todo el mundo. Asimismo deja patente que alguien lo es cuando causa daño a otra persona y no sólo no obtiene ningún tipo de beneficio sino que además se provoca daño a él mismo.
Este pensador no ha sido el único que ha abordado el tema de la estupidez humana. También lo han hecho figuras tales como el filósofo español Fernando Savater e incluso se han llegado a establecer afirmaciones como que hay dos cosas que son infinitas en el mundo: el universo y la estupidez del hombre.
Es importante destacar que aquello que se define como estupidez es subjetivo. Un jugador de fútbol que decide ingresar al campo de juego pisando primero con el pie derecho siente que esa acción le trae buena suerte, aunque algunos de sus compañeros califican la costumbre como una estupidez.