Expiación es una palabra que tiene su origen etimológico en el latín y más concretamente en el término expiatio, que se encuentra conformado por los siguientes componentes: el prefijo ex, que puede traducirse como “hacia fuera”; el vocablo pius, que es equivalente a “piadoso”; y finalmente el sufijo -ción, que viene a indicar acción y efecto.
Expiación es la acción y efecto de expiar. Este verbo hace referencia a purificarse de las culpas mediante algún sacrificio, a cumplir con una pena impuesta por las autoridades o a padecer ciertos trabajos a causa de malas acciones.
Por ejemplo: “La expiación cuesta sangre, sudor y lágrimas”, “Fui condenado a diez años de prisión: la expiación más dura que jamás imaginé”, “Dos meses de trabajos forzosos en Siberia fue la expiación que tuvo que pagar el disidente por sus dichos”.
Expiación en la religión
En el ámbito de la religión, la expiación es una forma de satisfacción de un pecado, a través de la cual el sujeto queda absuelto de la culpa al cargar con su pena. El pecado es tomado como un obstáculo entre el hombre y Dios, y la expiación es aquello que permite eliminar dicha obstáculo para volver a clarificar la relación.
La teología explica que la expiación demuestra que Dios es benevolente (ofrece un camino al pecador) y justo (demanda un castigo por el pecado). Quien se somete a la expiación, limpia su pecado, accede al perdón de la culpa y se libera del castigo.
El sacrificio de Jesucristo
Dentro del ámbito religioso, tenemos que subrayar que también existe lo que se conoce como la expiación de Jesucristo. Se trata de un término que se utiliza para dejar patente el sacrificio que llevó a cabo esta figura con el claro objetivo de poder salvar a la humanidad de los pecados. En concreto, lo que hizo fue sufrir en su piel no sólo la tortura de una crucifixión sino también su propia muerte.
Más exactamente, se determina que la expiación de Jesucristo da comienzo ya en el huerto de Getsemaní, donde se dice que sufrió en su cuerpo los pecados del hombre y así lo continuó haciendo hasta su fallecimiento. Por eso, se determina que para que cualquier ser humano pueda expiar sus pecados debe seguir el ejemplo de aquel teniendo fe en Dios, arrepintiéndose de lo que ha hecho, obedeciendo a los mandamientos o recibiendo los sacramentos.
«Expiación» en la literatura y el cine
“Expiación” (“Atonement”, en su idioma original), por otra parte, es una novela escrita por el inglés Ian McEwan que fue publicada en 2001. La historia transcurre en 1935 en la casa de campo de la familia Tallis.
En base a esta novela se creó una película del mismo título (“Expiación” o “Atonement”), dirigida por Joe Wright y protagonizada por Keira Knightley y James McAvoy.
Un Oscar así como varios premios BAFTA y Globos de Oro fueron los que recibió este film del año 2007 que viene a relatar como la tranquila vida de una familia inglesa de clase alta se ve sacudida por el regreso del hijo mayor así como por la llegada de un joven amigo de él.