La explotación agrícola es el conjunto de las actividades socioeconómicas que permiten obtener riqueza de la tierra. A los productos obtenidos mediante las explotaciones agrícolas se les conoce como productos agropecuarios, al incluir la producción agrícola y ganadera.
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del concepto que a continuación vamos a analizar en profundidad. Y es que las dos palabras que lo conforman emanan de dicha lengua:
- Explotación es el resultado de la suma de los siguientes componentes latinos: el prefijo ex, que puede traducirse como «hacia fuera»; el verbo plicare, que es sinónimo de «hacer pliegues»; y el sufijo -cion, que equivale a «acción y efecto».
- Agrícola, por su parte, es fruto de la unión de tres partes delimitadas: el sustantivo ager, que significa «campo de cultivo»; el verbo colere, que puede traducirse como «cultivar»; y el sufijo -a, que viene a simbolizar al agente que realiza una acción concreta.
Concepto de explotación agrícola
La noción de explotación refiere a la acción y efecto de explotar, un verbo que hace mención a extraer utilidades o riquezas de una industria y a obtener recursos de una fuente, entre otros significados. Agrícola, en tanto, es lo perteneciente o relativo a la agricultura. Este término está vinculado al cultivo o labranza de la tierra, incluyendo todos aquellos trabajos vinculados a la plantación de vegetales y el tratamiento del suelo.
Las actividades que integran la explotación agrícola forman parte del sector primario de la economía, que implica la transformación de los recursos naturales en productos no elaborados. La agricultura, la ganadería, la apicultura, la caza, la pesca y las explotaciones forestales se incluyen en el sector primario.
Clasificación según el tipo
La explotación agraria puede ser directa (si el propietario es el responsable directo de la explotación) o indirecta (cuando se arrienda o cede el uso de la tierra). Ambas explotaciones pueden llevarse a cabo con el trabajo de jornaleros (que cobran por día de trabajo), empleados (con relación de dependencia al propietario y un salario mensual) o mediante el trabajo familiar (el propietario y sus familiares se dedican a trabajar en el campo).
En el caso de las explotaciones agrícolas que están destinadas fundamentalmente a la agricultura, tendríamos que subrayar que hay dos grandes grupos:
- Extensivas. Se enmarcan dentro de lo que se conoce como agricultura ecológica y se definen fundamentalmente por el hecho de que lo que hacen es recurrir al uso de los recursos naturales que en sus tierras existen. De ahí que no utilicen sistemas modernos, ya sean químicos o tecnológicos, que les permitan obtener una mayor producción.
- Intensivas. En la siembra se basan estas explotaciones agrícolas, que necesitan utilizar desde productos químicos, como los fertilizantes, hasta combustibles como el petróleo pasando por plaguicidas y sistemas mecánicos. En este tipo de terrenos suelen trabajar muchos operarios y consiguen obtener una elevada producción de cualquier tipo de cultivo que exista en ellos.
Las estadísticas indican que, en todo el mundo, existe una explotación agrícola por cada doce habitantes. De ese gran número, apenas el 15% de las explotaciones supera las dos hectáreas.