Se asocia la extralimitación con sobrepasar ciertas atribuciones, más allá de lo tolerable.
Extralimitación es el acto y el resultado de extralimitarse. La noción de extralimitarse, en tanto, refiere a superar un cierto límite.
TemasSobrepasar atribuciones
Por lo general, una persona que se extralimita se excede al hacer uso de determinados derechos, facultades o potestades. El concepto también se vincula a un abuso de la generosidad de otro individuo.
La extralimitación, por lo tanto, se vincula a sobrepasar ciertas atribuciones que alguien dispone por su cargo o posición, por una autorización, etc. Por ejemplo: “Hay historiadores que creen que, en ese periodo, hubo una extralimitación de las fuerzas armadas en sus funciones”, “La propuesta del gobernador implica una extralimitación de lo que avalan las leyes, ya que él no está habilitado a tomar ese tipo de determinaciones”, “El abogado consideró que se está registrando una extralimitación del Poder Ejecutivo”.
Con respecto a los tres ejemplos recién expuestos, podemos decir que no es raro que los ejércitos hayan actuado más alla de sus límites a lo largo de la historia, causando muerte y destrucción a su paso. Un gobernador que ansíe derechos más allá de los legales, también es común, y lo mismo se puede decir de las extralimitaciones del Poder Ejecutivo.
Más allá de la competencia
La idea de extralimitación suele aparecer cuando una autoridad pretende ir más allá de su competencia, exagerando su poder. Tomemos el caso del entrenador de un equipo de fútbol. Este profesional tiene la obligación de controlar la disciplina de los jugadores en el club y está habilitado a tomar decisiones para que los comportamientos individuales no afecten el rendimiento deportivo. Pero si les ordena a los futbolistas que se corten el cabello o que no se tatúen, por mencionar dos posibilidades, habrá incurrido en una extralimitación de sus funciones: el cabello y los tatuajes no inciden en el profesionalismo.
Lamentablemente, no es raro que en el mundo de las grandes corporaciones los altos ejecutivos se extralimiten a la hora de relacionarse con los empleados que se encuentran por debajo de su rango. Un equipo de fútbol, sobre todo si se trata de la liga nacional o de uno de gran prestigio internacional, no es tan diferente a una empresa, ya que el dinero y los intereses políticos están igualmente entretegidos en ambos casos. Y es precisamente por estos elementos que más de una vez se perdonan estas faltas de respeto, estos abusos, porque quien los recibe no quiere perder los privilegios que le otorga su puesto de trabajo.
El ejército y la extralimitación son dos conceptos que suelen ir de la mano.
Abuso de confianza
Quien abusa de la confianza de otro también se extralimita. Supongamos que un hombre que se va de vacaciones le da las llaves de su casa a un vecino para que, cada tanto, riegue las plantas y controle que todo esté bien. El vecino, sin embargo, se pone a revisar los objetos, ordena la vivienda y hasta arroja a la basura aquello que piensa que no sirve. Hay, pues, una extralimitación debido a que el dueño de la propiedad no dio su aval para ese tipo de acciones.
En este caso, dado que se trata de una situación propia de una relación informal, también podemos recurrir a expresiones del habla cotidiana para describir la actitud del vecino. Por ejemplo, podríamos decir que «se pasó de la raya», que también tiene el matiz de ir más allá de lo que puede o debe tolerarse. Claro que este límite no se suele determinar de manera expresa, sino que se asume que ambas partes lo conozcan por el simple hecho de ser personas adultas que pertenecen a la misma sociedad. El dueño de la casa, de esta manera, confía en que su vecino no haga más que aquello que le pide expresamente, simplemente porque así se debería comportarse.
