Del latín phantastĭcus, el adjetivo fantástico se refiere a aquello perteneciente o relativo a la fantasía. De igual forma, permite nombrar a lo fingido, que no tiene realidad o que sólo existe en la imaginación.
A nivel coloquial, el término fantástico hace referencia a aquello que es excelente, magnífico o presuntuoso. Por ejemplo: “Manu Ginóbili jugó un partido fantástico y le dio la victoria a San Antonio Spurs sobre Dallas Mavericks”, “La fiesta fue fantástica, no paré de bailar en toda la noche”, “Lo que hizo fue fantástico”.
Fantástico como género de ficción
Fantástico también es un género de ficción cuyos principales elementos son sobrenaturales e irreales. El género fantástico incluye personajes, situaciones o escenarios que nunca podrían pertenecer al mundo verídico (como hombres que vuelan o animales que hablan).
La esencia del género fantástico es no priorizar las representaciones realistas. Por el contrario, se encarga de subvertir las leyes del mundo real. Se diferencia de la ciencia ficción en que ésta aduce causas científicas para violar la mecánica del funcionamiento de la realidad.
Distintos mundos
Una de las cuestiones que merece la pena resaltar dentro del género fantástico es el hecho de que es frecuente que en él se tomen como escenario diversos tipos de mundos. En concreto, tendríamos que subrayar que nos encontraremos con mundos alternativos, paralelos o de frontera.
Así, por ejemplo, nos toparíamos con el hecho de que existen películas o libros donde los personajes, simplemente diciendo una palabra concreta o haciendo un uso de un objeto determinado, tienen la opción de entrar en otro mundo diferente. Este sería el caso, por ejemplo, de la saga Harry Potter donde los protagonistas atraviesan un muro de la estación de trenes de Londres para entrar de lleno en el mundo mágico de Hogwarts.
Y también este podríamos decir que es el caso de la heptalogía literaria titulada “Las Crónicas de Narnia” donde se cuenta como los niños que son los personajes centrales de la misma tienen la posibilidad de llegar al reino de Narnia, a través de un armario.
Clásicos del género fantástico en el cine y en la literatura
Dentro del mundo del arte, en toda su extensión, nos encontramos con otros ejemplos del género fantástico que se han convertido en auténticos referentes dentro de la literatura o del cine, por ejemplo. Este sería el caso de la saga cinematográfica “Matrix”, creada por los hermanos Wachowski, que nos habla de un futuro en el que los seres humanos han sido esclavizados por máquinas, robots e inteligencias artificiales de diversa tipología.
En el ámbito literario, sin embargo, una de las obras cumbres del género fantástico es “Alicia en el País de las Maravillas”, escrita en 1865 por Lewis Carroll.
Uno de los primeros textos escritos de los que se tenga registro es el Poema de Gilgamesh, una obra sumeria que data del año 2.000 a.C. Dicha composición ya incorporaba elementos fantásticos, como intervenciones divinas y gigantes.
Cabe destacar que, más allá de la presencia de elementos irreales, el género fantástico presente coherencia interna entre estos elementos. La estructura, las escenas y la interacción de los personajes mantienen una lógica En caso contrario, la obra en cuestión pertenecería al género surrealista.