El término folleto proviene del vocablo italiano foglietto. Así se denomina a un documento impreso que presenta una cantidad acotada de hojas y que no suele tener periodicidad. Por lo general los folletos tienen un fin publicitario o divulgativo.
Por ejemplo: “Ayer me entregaron un folleto del nuevo automóvil del fabricante francés”, “En la Oficina de Turismo me dieron un folleto con los principales atractivos de la ciudad”, “El gobierno repartió miles de folletos con información para prevenir el dengue”.
Los folletos suelen ser coloridos y exhibir varias fotografías o ilustraciones. El objetivo es que la información publicada llame la atención y resulte accesible.
Existen múltiples métodos de distribución de los folletos. La empresa o la entidad que desea dar a conocer el material puede contratar a personas que repartan los folletos en la vía pública, entregándolos en mano a los transeúntes. También puede enviar los folletos por correo postal a los domicilios o incluirlos en el interior de un diario o de una revista.
Otra posibilidad es colocar los folletos en la sede de la compañía o en un local comercial. De esta manera, aquellos que ingresan a estos establecimientos pueden ver los folletos y, si lo desean, tomarlos.
Las cadenas de electrodomésticos y de supermercados suelen desarrollar folletos semanales o mensuales con sus ofertas y promociones. En ellos, detallan las características de los productos e incluyen los precios.
Los folletos también son útiles para difundir información turística. Cuando un viajero llega a un destino, es posible que esté interesado en contar con un folleto que incluya un mapa, direcciones útiles, datos de interés, etc.
Desde el surgimiento de Internet y su inevitable adopción a nivel mundial, no pasó mucho tiempo hasta que gran parte de los aspectos de la vida fueran replicados en el plano virtual, desde el trabajo hasta las conversaciones con amigos, sin dejar de lado el ocio y el estudio. Sin lugar a duda, la red es un ámbito perfecto para el marketing, y por eso los folletos digitales pueden llegar a tener un impacto mayor en los consumidores que los impresos en papel.
El folleto digital es una herramienta de mercadeo ideal para enviar por correo electrónico todas las promociones de una tienda, por ejemplo, ya sea que se trate de productos o servicios. Dado que su elaboración es considerablemente más económica por no ser necesarios ningún proceso físico ni materia prima, es una opción que prácticamente todas las empresas han adoptado en los últimos años.
Cuando se acercan las fechas claves para el comercio, como ser las navidades o las vacaciones de verano, las casillas de correo electrónico se llenan de folletos digitales colmados de ofertas aparentemente imperdibles. En nuestro teléfono móvil, en nuestra tableta o en nuestro ordenador, desde la comodidad de la cama o durante nuestro viaje en tren al trabajo vemos decenas de productos tentadores a precios imbatibles; si a esto le sumamos que podemos adquirirlos de manera inmediata a través de Internet, es fácil entender el éxito que muchas cadenas de tiendas obtienen con esta táctica de publicidad.
Para crear un folleto digital existen varias opciones. En primer lugar, basta con tener una herramienta de diseño gráfico en nuestro ordenador para crear todo el contenido. Pero para conseguirlo por este camino es necesario tener un cierto nivel de experiencia y habilidad que no todo el mundo tiene; por eso existen los programas específicamente desarrollados para la elaboración de folletos, que cuentan con decenas de plantillas con diversos motivos.
Cabe señalar que muchos prefieren invertir dinero en contratar a una persona experta en el campo en lugar de aventurarse a crear el folleto por su cuenta, para conseguir un diseño absolutamente exclusivo y efectivo.