Para descubrir el significado del término forjar es necesario, en primer lugar, conocer su origen etimológico. En este caso, podemos subrayar que deriva del francés, exactamente del verbo galo «forger», que puede traducirse como «fabricar».
El término tiene diferentes usos de acuerdo al contexto.
Forjar a golpes de martillo
La acción de forjar puede aludir al acto de dar forma a un metal a golpes de martillo. Forjar, en este sentido, consiste en moldear un elemento en frío o en caliente mediante fuerzas de compresión e impactos.
Puede decirse que forjar es uno de los trabajos artesanales que lleva a cabo el herrero o forjador. Utilizando un martillo y fuego, el forjador puede darle forma a los metales y las aleaciones. Para esto suele contar con una fragua (para el calentamiento del metal), un recipiente (para enfriar la pieza forjada), un yunque, un martillo y tenazas. El herrero calienta el metal en la fragua, lo sostiene con las tenazas y lo golpea con el martillo sobre el yunque para forjarlo. Cuando la pieza está forjada, la templa en el recipiente.
Distintos tipos de trabajos
Precisamente cuando se alude a forjar como proceso de fabricación de todo tipo de elementos a través del empleo de metales nos topamos con que el resultado del mismo no es otro que trabajos de forja. Esta, que puede ser de varios tipos (isotérmica, libre, recalcada o con estampa), da lugar a elementos muy variados y de gran uso.
En concreto, entre los artículos que se pueden obtener de esa manera destacan cabeceros para las camas, rejas para las ventanas y balcones, bancos para espacios al aire libre, respaldos de sillas…
En el ámbito de la arquitectura y la construcción, por otra parte, la idea de forjar se utiliza respecto a formar, fabricar, revocar, levantar o edificar.
Forjar como lograr o establecer
En el lenguaje coloquial, forjar equivale a establecer, crear o lograr. Por ejemplo: «Creo que, con el paso del tempo, lograremos forjar una amistad», «Las condiciones internacionales nos permiten soñar con forjar un futuro próspero para nuestro país», «Un dirigente político debe forjar consensos y alcanzar acuerdos que posibiliten trabajar por el bien común».
Supongamos que un periodista está repasando la trayectoria de un futbolista. Al analizar sus inicios, afirma que el deportista empezó a forjar una carrera exitosa cuando, junto al seleccionado de su país, se consagró campeón mundial juvenil. Como se puede advertir, forjar en este marco hace mención a construir o cimentar.
No menos relevante es establecer que, en ocasiones, los actos destacados y sobresalientes que realiza una persona en un ámbito concreto puede llevar a forjar su leyenda. Así, por ejemplo, se establece que las victorias logradas por Rodrigo Díaz de Vivar (1048 – 1099) en la Península Ibérica llevaron a forjar su leyenda, la de El Cid Campeador o El Campeador. Precisamente esa leyenda ha dado lugar a que existan episodios o anécdotas singulares como la que establece que incluso ganó a sus enemigos estando ya muerto.
Entre los sinónimos de forjar, por tanto, nos encontramos con palabras tales como fraguar, fundir, idear, concebir, proyectar, moldear o metalizar, entre otras. Por el contrario, entre sus sinónimos se hallan términos tales como haraganear, adulterar, usurpar o gandulear.