Para poder conocer el significado del término fugaz es necesario, en primer lugar, desvelar su origen etimológico. En este caso, podemos destacar que deriva del latín, concretamente de la palabra “fugax”, que puede traducirse como “breve” y que es fruto de la suma de dos componentes léxicos claramente delimitados:
-El verbo “fugare”, que es sinónimo de “huir”.
-El sufijo “-ax”, que se usa para indicar “fuerte tendencia a algo”.
Este adjetivo puede emplearse para calificar a aquel o aquello que logra escapar o desaparecer de manera veloz. También se utiliza respecto a aquello de duración muy reducida.
Por ejemplo: “Una aparición fugaz de la mujer en la grabación de la cámara de seguridad es la pista más importante que tienen los investigadores”, “Tuvo una carrera fugaz en la industria de la música, aunque dedicó la mayor parte de su vida a su trabajo como médico”, “El actor se hizo unos minutos para realizar una visita fugaz al hospital de niños, donde conversó con los pequeños”.
Entre los sinónimos de fugaz nos encontramos con palabras tales como efímero, corto, rápido, transitorio, pasajero o huidizo. Por el contrario, entre sus antónimos hay términos como de duradero, estable o prolongado, por ejemplo.
Supongamos que, en una obra de teatro, un actor solo aparece en escena durante veinte segundos, lapso en el cual se limita a decirle al protagonista: “Pase, por favor, el señor lo está esperando”. Dadas las características de su trabajo, puede afirmarse que este actor tiene una participación fugaz en la obra en cuestión.
Se llama estrella fugaz, por otra parte, a un cuerpo luminoso que irrumpe en la atmósfera desplazándose a gran velocidad y pronto se apaga. Más allá de lo que sugiere esta denominación coloquial, las estrellas fugaces en realidad no son estrellas, sino meteoros: fenómenos que se generan cuando un meteoroide o meteorito atraviesa la atmósfera.
Las estrellas fugaces, por lo tanto, consisten en partículas que ingresan a mucha velocidad a la atmósfera terrestre, generando luminosidad por la fricción. Una estrella fugaz puede tener una trayectoria más o menos larga y mostrar poco o mucho brillo. La fugacidad está dada en que generalmente desaparecen muy rápido de la vista.
Dentro del ámbito de la medicina tenemos que reconocer que también se utiliza el término que ahora nos ocupa. Así, por ejemplo, se habla de lo que se da en llamar amaurosis fugaz, también conocida como ceguera monocular temporal.
Básicamente esa consiste en que una persona pierde de forma temporal la visión en uno de sus ojos como consecuencia de que en ese instante se ha producido una ausencia de circulación sanguínea por la retina de dicho ojo. En concreto, esa falta de visión puede durar unos solos segundos o se puede extender durante varios minutos.
Entre las causas que pueden provocar esa situación están desde una lesión en la cabeza hasta un tumor cerebral pasando por una inflamación del nervio óptico, una enfermedad como puede ser la esclerosis múltiple, una poliarteritis nodosa o por la existencia de un coágulo.
