La etimología de fugitivo proviene del vocablo latino fugitīvus. La noción se emplea para aludir a quien está huyendo de algo o de alguien y, por lo tanto, trata de mantenerse oculto para no ser descubierto.

Por lo general fugitivo se utiliza como sinónimo de prófugo, aludiendo a un sujeto que busca escapar de una autoridad o de una fuerza de seguridad. Por ejemplo: “El cantante permanece fugitivo desde que la Justicia ordenó su captura en el marco de una causa por contrabando”, “La policía alemana logró atrapar a un fugitivo buscado por la Interpol”, “Hallaron a un fugitivo que se ocultaba en una estación de tren abandonada”.
Los fugitivos llevan adelante ciertas acciones para eludir a quienes lo persiguen. Es habitual que se alejen del lugar donde cometieron un delito o una falta y que cambien de locación de manera constante para dificultar la tarea de identificación. También pueden utilizar disfraces o pelucas para despistar.
Un individuo que estaba preso hasta que concreta una fuga de la prisión se convierte, al huir, en fugitivo. Su objetivo será evitar a la policía para conseguir, de este modo, no ser atrapado, ya que si lo capturan tendrá que volver a la cárcel.
Varias películas y series de TV llevan el título de “El fugitivo”. En 1947, se estrenó un filme titulado “El fugitivo” que se basó en la novela “El poder y la gloria” de Graham Greene, estuvo protagonizado por Henry Fonda y contó con la dirección de Emilio Fernández y John Ford.
“El fugitivo” también es una serie televisiva que se emitió en Estados Unidos entre 1963 y 1967 y una película inspirada en esa serie cuyo estreno se produjo en 1993.