Garaje es un término que se utiliza para nombrar al espacio destinado a guardar automóviles. El concepto, procedente del francés garage, es sinónimo de estacionamiento, parking, aparcamiento o parqueadero, cuya frecuencia de uso varía según la región geográfica.
Por ejemplo: «¿Conoces algún garaje cerca del estadio?», «Esta zona es un poco insegura, prefiero guardar el coche en un garaje», «Lo malo es que el hotel no tiene garaje», «Juan se compró una casa de tres ambientes con garaje por 50.000 dólares».
Características de un garaje
El garaje, por lo tanto, es un espacio físico donde los conductores pueden dejar el vehículo por un tiempo indeterminado. Hay casas o apartamentos que tienen garaje y cuyos dueños disponen de dicho lugar para guardar su automóvil.
Otros garajes, en cambio, son establecimientos comerciales destinados a tal fin. Los clientes deben pagar por el espacio para dejar el coche según la cantidad de tiempo que lo utilicen. Existen garajes que cuentan con tarifas por hora, media jornada, día, semana o mes.
Sus ventajas
Los garajes son más frecuentes en las grandes ciudades que cuentan con normativas específicas para el estacionamiento público. Ya sea por falta de lugar para dejar el coche o por impedimento legal para estacionar en la calle, muchas personas se ven obligadas a acudir a un garaje.
Los conductores también eligen pagar un garaje para evitar posibles robos o daños al coche (desde el robo del vehículo en sí hasta el hurto de los neumáticos o averías en el parabrisas) o para que el coche no sufra las inclemencias del clima (sol excesivo, granizo, etc.).
Cabe mencionar que, junto con la sobrepoblación, el exceso de coches en ciertas ciudades es un fenómeno alarmante que muchos gobiernos llevan estudiando desde hace años. Una de las medidas más comunes para combatirlo consiste en limitar la circulación por las zonas céntricas, estableciendo una tabla horaria con franjas que corresponden a determinados conjuntos de matrículas.
Muchas personas que viven en las afueras y trabajan en la ciudad se inclinan por usar su coche para viajar hasta el punto más cercano posible a su puesto de trabajo, dejarlo en un garaje y luego valerse del transporte público para completar el trayecto. Esto acarrea un gasto considerable, que deben afrontar todos los meses tan solo para cubrir el traslado; pero además, dice mucho de la forma en la cual los seres humanos organizamos nuestras vidas y de la dependencia que muchos desarrollamos hacia los automóviles.
Garaje en la informática
El garaje, por otro lado, simboliza el espacio en el que se han creado muchos de los programas, videojuegos y dispositivos más sobresalientes desde el nacimiento de la informática. En este caso, el término no siempre refleja el entorno real en el cual se concibieron los proyectos, sino que hace alusión a la falta de recursos de los creadores durante la etapa inicial.
Por cuestiones culturales y económicas, no todos los desarrolladores cuentan con un garaje privado (las casas con garaje no son igualmente accesibles en todos los países); sin embargo, es común encontrarse con frases como «proyecto de garaje» o «desarrolladores de garaje» para hacer referencia a trabajos que se llevan a cabo con mucha pasión y una fuente escasa o nula de dinero.
En el ámbito de la informática y, más precisamente, de los videojuegos, existe la idea generalizada de que los grandes productos de los años ochenta vieron la luz en laboratorios caseros que fueron improvisados en garajes, en los cuales se reunían pequeños grupos de amigos con un mismo objetivo: revolucionar el mundo de la tecnología. Apasionados de los ordenadores, programadores autodidactas y personas visionarias con una marcada vocación por los negocios y una gran ambición, son algunos de los perfiles que se asocian a esa época tan significativa para la historia de la era digital.