El adjetivo hacendoso se emplea para calificar al individuo que desarrolla con diligencia y buena predisposición las tareas domésticas. También puede tratarse de alguien dispuesto a realizar favores o a brindar un servicio con prontitud y eficacia.
Por ejemplo: “Me casé con un hombre muy hacendoso, así que siempre nos repartimos las obligaciones hogareñas”, “De acuerdo a los psicólogos, las personas hacendosas se sienten en plenitud”, “Necesito contratar un empleado hacendoso y responsable que me ayude en la empresa”.
Tomemos el caso de una familia que contrata a una joven como empleada doméstica. La muchacha enseguida pone en evidencia su capacidad para el trabajo y su voluntad para satisfacer los pedidos de sus empleadores: limpia la casa con esmero, lava la ropa de sus patrones, cocina platos deliciosos y realiza las compras. Por su forma de trabajar, puede decirse que se trata de una joven hacendosa.
Por otra parte, un adolescente que, además de cumplir con sus obligaciones escolares, ayuda a sus padres en el hogar también puede ser calificado como hacendoso. El chico lleva a su hermano menor al jardín de infantes, ordena su cuarto, acompaña a su abuela al doctor y colabora frecuentemente con su madre a la hora de preparar la cena.
En un sentido amplio, se dice que alguien es hacendoso cuando es capaz de hacer muchas cosas. Un periodista hacendoso escribe notas para un periódico, conduce un programa de radio, graba entrevistas para un canal de TV y se desempeña como editor de una revista. Esta multiplicidad de actividades muestra su apego al oficio y ratifica su versatilidad.
Si buscamos el término hacendoso en un diccionario de sinónimos, nos encontramos con otros que, en gran parte, han sido señalados en los párrafos anteriores, ya sea de forma directa o indirecta. Veamos algunos de ellos a continuación: trabajador, diligente, cuidadoso, laborioso y afanoso. Con respecto a sus antónimos, podríamos mencionar irresponsable, haragán y descuidado, entre otros, aunque siempre depende del contexto.
En primer lugar, no deberíamos dejar de destacar la palabra diligente, uno de los sinónimos antes mencionados. De acuerdo con la definición que nos aporta el diccionario de la Real Academia Española, se trata de un adjetivo que califica a la persona «cuidadosa, activa y exacta; que obra de forma ligera, con prontitud». En otras palabras, podríamos decir que alguien descrito de esta manera presta mucha atención al cumplimiento de sus obligaciones, tanto en lo que se refiere al procedimiento como al tiempo que le toma llevarlas a cabo.
Dicho esto, un individuo hacendoso es responsable y meticuloso en su trabajo: lo realiza en el menor tiempo posible pero no descuida la calidad de su desempeño en pos de la prontitud. Por lo tanto, podríamos decir que se trata del trabajador perfecto. Como se indica más arriba, hacendosa también es la persona que lleva a cabo las tareas domésticas con este tipo de proceder; precisamente, en este ámbito se da una división bien clara entre quienes se entregan al mantenimiento del hogar con dedicación y constancia, y quienes lo dejan todo para último momento porque los vence la haraganería.
Mantener el hogar limpio y ordenado es el resultado de una serie de tareas, aunque a menudo se reduzca a una sola en el habla cotidiana: la limpieza de cada cuarto no es igual, sino que requiere el uso de varios productos y procedimientos, tomando en cuenta la protección de los elementos ornamentales, del mobiliario y de los dispositivos electrónicos para evitar accidentes o desperfectos en el proceso. Ser hacendoso no es limpiar el dormitorio en diez minutos si con las prisas rociamos un producto químico sobre el monitor del ordenador, sino tardar el menor tiempo posible manteniendo la integridad de todos los bienes.