La sigla HDR proviene de la expresión de la lengua inglesa High Dynamic Range, que se traduce al castellano como Alto Rango Dinámico. El concepto, utilizado en el ámbito de la fotografía, alude a una serie de técnicas que posibilitan una mejora en el rango dinámico de luminancias entre los sectores más oscuros y los más claros de una imagen, en comparación a lo que se puede lograr con los métodos estándares.
No menos significativo es conocer que el HDR tiene su origen en la década de los años 30 y se creó y desarrolló de manos del estadounidense Charles Wales Wyckoff. En concreto, este era un fotoquímico que la llevó a cabo con el claro propósito de conseguir que sus fotografías tuvieran un mayor rango dinámico que el que existía en ese momento dentro de ese ámbito de la imagen.
Una fotografía de HDR, de este modo, exhibe una imagen similar a la que puede captar el ojo del ser humano, ya que logra una diferencia de iluminación por zona más acentuada que la ofrecida por otros formatos. En el caso del ojo humano, la adaptación del iris y otros procedimientos hacen que la visión se adapte de manera constante al rango lumínico que se advierte en el entorno, información que el cerebro procesa para que la persona vea las múltiples variantes de las condiciones de luz.
El HDR, al mostrar un rango dinámico amplio, puede representar las diferentes intensidades de luz del mundo real con mayor fidelidad. Existen varias técnicas que hacen posible esta particularidad.
La medición del rango dinámico se realiza a través de los distintos valores de exposición (EV) entre las zonas más claras y las más oscuras de la imagen que exhiben algún detalle: cada aumento del EV provoca un incremento de la cantidad de luz. Una imagen HDR por lo general se obtiene registrando varias fotos tradicionales y luego combinándolas en un nuevo documento mediante la técnica conocida como bracketing.
En la actualidad no podemos pasar por alto el hecho de que el HDR se ha convertido en un elemento imprescindible en multitud de televisores. En este caso, hay que subrayar que la calidad de esa tecnología en aquellos va a depender tanto de lo que es la relación de contraste como de la capacidad de entrega de brillo que tengan como del espacio de color que puede llegar a reproducir.
Dentro del ámbito de los televisores tenemos que añadir además otro dato interesante y no es otro que el hecho de que se han llegado a establecer lo que son dos estándares de HDR distintos: uno para lo que son los televisores llamados OLED y otros para los televisores LCD LED, que se identifican por ser más luminosos que los anteriores.
Asimismo no hay que pasar por alto el hecho de que en la actualidad se establece que hay una serie de estándares de HDR que ya están consolidados. En este caso, tendríamos que hablar del Dolby Vision, del HDR10, del HDR10+, del HLG o del Advanced HDR, entre otros.