Una hilera se forma a partir de la disposición u organización en línea de diversos elementos. Se trata de una sucesión de seres humanos, animales u objetos donde cada integrante se coloca detrás del otro.
Por ejemplo: “La hilera de jóvenes esperando que abran las puertas del estadio es cada vez más larga”, “Me gusta caminar debajo de la hilera de árboles de esta avenida”, “La hilera de luces que brillaban a lo lejos le permitió descubrir que el pueblo estaba más cerca de lo que pensaba”.
A la formación de soldados, vehículos militares o piezas de artillería que se ubican uno detrás del otro también se la denomina hilera. En combate, la hilera se constituye de manera perpendicular al frente. Si los soldados se sitúan uno al lado de otro, se habla de fila.
Hileras de hormigas
La observación de las colonias de hormigas es una actividad que resulta fascinante para muchas personas, sin importar su grado de conocimientos ni su ocupación profesional. Una de las primeras cosas que notamos en su comportamiento social es que estos seres vivos se mueven en largas hileras, y esto nos lleva a preguntarnos por qué lo hacen.
La respuesta más corta es que las hormigas se guían usando rastros de feromonas dejados por otras que han trazado el camino y reforzados por todo el grupo. Se trata de una serie de pistas químicas que tienen un olor particular y que sirven para mantener el orden. Por lo general, sus largas expediciones tienen como objetivo la búsqueda de alimento, y gracias a este mecanismo pueden alejarse mucho sin temor a perderse.
La importancia de las feromonas
El proceso que tiene lugar para la creación de esta hilera comienza cuando las hormigas solitarias salen del nido en busca de nuevos refugios, de otras colonias para esclavizarlas o de alimento, entre otros recursos. Éstas no necesitan el rastro de feromonas para regresar a su nido, sino que lo crean una vez que encuentran algo de su interés, para que el ejército al que recluten vaya directamente hacia el punto de recogida y no desvíe ni pase por una zona peligrosa.
Diferentes factores externos pueden provocar la «destrucción» del camino trazado por la primera: el paso de algún animal por esta zona, un desprendimiento de rocas o la acción dañina e intencionada de un ser humano. Si bien en algunos casos las hormigas no consiguen orientarse nuevamente, mientras que el daño no sea demasiado grande son capaces de volver a conectar ambos tramos y continuar con su trabajo.
Hileras en la metalurgia y en la zoología
Una hilera, por otra parte, es un instrumento que usan los trabajadores de la metalurgia y la platería para lograr la reducción de los metales a hilos. Este dispositivo consiste en una placa que presenta pequeños orificios, a través de los cuales se hace pasar al metal para obtener los hilos.
Para la zoología, por último, las hileras son apéndices de las arañas que brindan sostén a las glándulas encargadas de producir el líquido que, cuando se seca, forma la seda. Estas hileras aparecen de a pares y se encuentran en torno al ano.
La cantidad de hileras depende de la especie de araña. Por lo general cada araña cuenta con seis hileras, aunque algunas tienen dos y otras, cuatro. Esta parte de sus patas es la que más caracteriza a esta clase de artrópodos que tanto atrae al ser humano, ya sea porque le resulta fascinante como por el temor que le provoca ante las potenciales picaduras, algunas de ellas mortales. Según ciertos estudios, es posible que hace mucho tiempo las arañas usaran estas hileras para ayudarlas a escalar y que a lo largo de su evolución se hayan transformado en la fuente de hilo para sus tejidos.