Para poder conocer el significado del término hiperónimo que ahora nos ocupa es necesario, en primer lugar, proceder a descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que es fruto de la suma de dos componentes léxicos, uno del griego y otro del latín:
-El vocablo “hyper”, procede del griego y podemos establecer que significa “por encima de” o “sobre”.
-El elemento latino “onymus” que, a su vez, emana del griego “onymos”.
Asimismo, no podemos pasar por alto que hiperónimo es un tecnicismo al que se le dio forma dentro del ámbito de la Semántica Estructural a comienzos del siglo XX.
El concepto de hiperónimo se emplea en el terreno de la lingüística para nombrar al término cuyo significado se encuentra presente en el significado de otras palabras. Se trata de un vocablo que puede emplearse para aludir a la realidad que nombra otro concepto más específico.
Mientras que el significado del hiperónimo está incluido en otra palabra, el hipónimo es el término cuyo significado abarca el de otro. Así como “mamífero” es hiperónimo de “perro”, “perro” es hipónimo de “mamífero”.
Otros ejemplos que podemos utilizar para entender qué es un hiperónimo son los siguientes:
-Ropa es el hiperónimo de falda, camisa, vestido, pantalón, camiseta, top o cazadora.
-Vivienda es el hiperónimo de casa, piso, chalet, loft o apartamento.
-Mueble es el hiperónimo de silla, mesa, aparador, sofá, sillón o mesita.
-Café es el hiperónimo de descafeinado, expresso, capuccino o cortado.
-Reptil viene a ser el hiperónimo de caimán, tortuga, lagarto, camaleón, cocodrilo, iguana, Dragón de Komodo o cobra, por ejemplo.
Todos los rasgos semánticos del hiperónimo están presentes en su hipónimo. En cambio, el hipónimo cuenta con rasgos semánticos que le permiten diferenciarse del hiperónimo. Retomando el ejemplo anterior, “mamífero” es hiperónimo de “perro” ya que todas las características de los “mamíferos” están presentes en los “perros” o, dicho de otro modo, todos los “perros” son “mamíferos”. En la definición de “perro”, por el contrario, hay rasgos que no se corresponden con la totalidad de los “mamíferos”: mientras que todos los “perros” son “mamíferos”, no todos los “mamíferos” son “perros”.
Es habitual que los hiperónimos se utilicen para no repetir palabras en un texto. De este modo, puede escribirse el siguiente párrafo: “Le sorprendió encontrarse con un perro en medio del desierto. Se preguntó cómo habría hecho el animal para llegar hasta allí, lejos de todo. ¿Dónde podría haber conseguido comida este mamífero que parecía tan saludable y feliz? Si lograba resolver el dilema, tal vez podría salvarse”.
Los hiperónimos, en definitiva, son palabras generales que engloban en su significado el de otras más específicas. “Mueble”, por citar otro caso, es hiperónimo de “mesa”, “armario” y “cama”.
Además de todo lo expuesto, podemos destacar otros datos de interés al respecto. Nos estamos refiriendo a por ejemplo que las palabras que son hipónimas también pueden ser hiperónimas. Un ejemplo sería fruta que es una palabra que ejerce como hipónimo de alimento y que, al mismo tiempo, puede ser hiperónima de plátano, fresa, naranja, pera, manzana, mandarina, kiwi o melocotón.